Mi lápida dirá: Aquí yace la futura Intendenta de Mendiolaza.
Aquí puede escucharse completa la carta de despedida de Alicia Vogliotti
El viernes 29 de noviembre fue el último día de Alicia Vogliotti ocupando un cargo electivo. El primero había sido en 1999 cuando accedió a ser Tribuno de Cuentas por el oficialismo. Cuatro años después sería candidata por la oposición y desde allí construiría su aporte a la construcción cívica de nuestra ciudad.
Con diferentes construcciones políticas, Alicia intentó cuatro veces ocupar el Ejecutivo de nuestra ciudad. Por eso ayer en su despedida bromeaba: «Mi lápida dirá: Aquí yace la futura Intendenta de Mendiolaza».
En una carta leída sobre el cierre de la sesión, Vogliotti sintetizó el espíritu con el que ejerció sus funciones durante todos estos años: «Me retiro con la convicción que me ha acompañado durante toda mi gestión en este recinto, de que nada sirve para una sociedad ni perdura, si el proyecto no es colectivo; sino beneficia de igual manera a todos los sectores sociales; sino va acompañado de políticas integradoras y consensuadas. A pesar del calor con que, todas y todos lo recordarán, defendí año tras año mis posiciones, he evitado siempre la descalificación personal, el agravio, la ofensa. Creo que el consenso se logra en el plano de la discusión política, la única herramienta legítima que tiene la ciudadanía y quienes nos hemos expuesto una y otra vez a su veredicto en las urnas, para transformar nuestra realidad. Por eso me he opuesto también a la judicialización de la política. Porque creo que no es con tecnicismos jurídicos que burlan decisiones de la mayoría que vota, como se hace política. La destrucción judicial del adversario, amén de una deslealtad, es una muestra de la debilidad de la construcción colectiva, ningún proyecto político puede construirse con la destrucción judicial del adversario».
En el punto de la «destrucción judicial del adversario», Alicia interrumpió su lectura para disculparse públicamente con Diaz Yofre, quien fue alejado de su banca por el Concejo desde el momento de su asunción hasta que la justicia ordenó lo contrario, por la superposición de funciones con un cargo en la Municipalidad Villa Allende al que renunció un día antes de que iniciaran las sesiones ordinarias en Mendiolaza. «Quiero hacer un mea culpa, que ya lo he hecho varias veces, pero que lo vuelvo hacer público, cuando cometimos el atropello de burlar la voluntad popular y no dejarlo asumir Andrés . Vuelvo a pedir de mis sinceras disculpas», dijo.
La actividad política de Vogliotti se remonta la momento mismo de su llegada a Mendiolaza, cuando todavía era conocida como Alicia López Seco. «En el año 86 vinimos a vivir a Mendiolaza – recuerda – Fui a la municipalidad a preguntar de qué partido era el gobierno local y me ofrecí a trabajar en política. Era pleno auge alfonsinista».
Su primer cargo electivo lo obtuvo en la lista oficialista y en el período siguiente se inició formalmente en la oposición. Un artículo de La Voz del Interior la retrata en ese momento diciendo: «Alicia López Seco (Mendiolaza Cambia). Es concejala radical. Mantuvo enfrentamientos con el actual intendente y algunos ediles de los partidos mayoritarios. Prevé la realización de una auditoría a la actual administración y promueve principalmente la participación ciudadana. Se presenta en sumatoria con Cambio Córdoba, el PSP y el PSD». Mendiolaza tenía entonces tres mil electores, menos de la cuarta parte de los que existen actualmente.
Desde ese tiempo hasta su último día en el Concejo siguió apostando a la participación ciudadana. A tal punto que ayer el cuerpo trató a pedido suyo (y rechazó) el proyecto de la Banca del Vecino, que había presentado en 2014.
«Agradezco a mis compañeras y compañeros de militancia por el esfuerzo en cada campaña electoral. A mis adversarias y adversarios políticos. A mis colegas de gestiones anteriores y de la gestión actual. Con todos y todas he aprendido, he discutido, he peleado y he compartido sueños. Gracias por la infinita paciencia. A los ciudadanos y las ciudadanas que me honraron con su voto, con quienes espero haber cumplido. Muchas gracias a mi familia. A mis hijos e hijas que eran todavía chicos cuando comencé, y hoy también a mi madre anciana, a la que he sumado a mis actividades políticas» decía en su final la carta de Alicia.
Y sus colegas, sus adversarios y sus compañeros, la aplaudieron de pie.