La calle El Pehuén en el ojo de la tormenta
Los vecinos de esta calle viven una situación complicada debido a los efectos de una obra municipal iniciada en diciembre de 2024, cuyo objetivo era solucionar los problemas de acumulación de agua en la zona. La falta de planificación y de comunicación con los afectados ha generado múltiples inconvenientes, dejando a la calle y sus alrededores en un estado crítico. Cada lluvia resulta en autos empantanados y vecinos con el barro hasta las rodillas. Además, el desnivel entre la calle y la vereda no permite el acceso de los autos a la vivienda y las roturas de caños han sido reiteradas. Asi, por momentos quienes habitan en esas cuadras se encuentran, al mismo tiempo, anegados y sin agua en Mendiolaza. El programa Mañanitas de Mendiolaza, que se emite por las 102.7 FM Demendiolaza, entrevistó a vecinos y al responsable de la Cooperativa.
Un problema que creció

Anegados y sin agua en Mendiolaza
La problemática de fondo comenzó hace más de 15 años, cuando la pavimentación de la Av. Tissera alteró el sistema de desagües naturales. Sergio, vecino de calle Los Tilos, uno de los cruces críticos, explicó que “el desagüe natural que la calle El Pehuén tenía hacia la Tissera se vio impedido, creándose en el medio una laguna permanente con las lluvias que inundan las calles, las casas de los vecinos y también torna intransitable esa calle”.
Desde entonces, los vecinos han elevado numerosos reclamos al municipio. Durante la gestión anterior, solo recibieron “parches” que no solucionaron el problema. Con la nueva administración, se retomaron los pedidos, y aunque inicialmente se les prometió comenzar una obra en mayo, los trabajos finalmente comenzaron en diciembre, en plena temporada de lluvias.
La ejecución de la obra, según los vecinos, estuvo marcada por la falta de planificación técnica. Sergio relató: “Nunca vimos un ingeniero con un teodolito tomando medidas, nunca vimos un responsable de obras públicas, un profesional a cargo de la obra. Siempre los chicos, operarios de las máquinas”. Según señaló, la improvisación era evidente: “Yo varias veces fui a hablar con los chicos y les decía, ‘¿cuánto más lo vas a bajar?’ Y no sé, creo que hasta aquí llegamos. Al día siguiente venían y seguían bajando”.
El proyecto incluía el rebaje de la calle Los Tilos para que el agua de El Pehuén pudiera desaguar por allí. Sin embargo, esto generó nuevos problemas. Los vecinos de Los Tilos quedaron con un desnivel de más de un metro entre la calle y las veredas, lo que complicó el acceso a sus viviendas. “Nos desayunamos con el comienzo de la obra y empezamos a ver cómo sucedía. Primero bajaron 40 centímetros la calle Los Tilos. Al día de hoy en la calle Los Tilos hemos quedado un metro veinte la calle abajo de la vereda. Imagínate que es imposible entrar los autos”.

Anegados y sin agua en Mendiolaza
La situación empeoró con las lluvias. Sergio describe que las calles se transformaron en greda, dificultando el tránsito. “Hemos quedado aislados múltiples veces. Porque las máquinas se iban y dejaban un tremendo salto de cuarenta o cincuenta centímetros sin siquiera tener la gentileza de arreglarnos las entradas”. Ante la falta de acción municipal, los propios vecinos se vieron obligados a trabajar con palas y carretillas para poder ingresar o salir de sus casas.
El impacto económico también ha sido significativo. Sergio detalla que, debido al estado de las calles, muchos vecinos sufrieron daños en sus vehículos. “A todos los vecinos nos ha pasado que hemos roto los vehículos, tenemos los paragolpes rotos, delantero y trasero. Yo personalmente me he empantanado en tres oportunidades tratando de salir de casa”.
Otro punto crítico señalado por los vecinos es la falta de comunicación por parte de los funcionarios municipales. Sergio afirma: “No hubo (comunicación). Y eso es una grave falta, porque si hay un deber de funcionario público importante creado por las leyes, es el deber de información pública, y acá ha estado ausente”. Además, destacó que consideran que la obra fue mal planificada desde el inicio. “Estamos convencidos de que acá hay una mala praxis. Acá no hubo un proyecto serio, una medición seria de qué debían hacer”.
Obras en proceso

Anegados y sin agua en Mendiolaza
Muchos de quienes viven en la zona afectada, no se arriesgan a llegar con los autos hasta sus casas, y prefieren dejarlos estacionados en tierra firme.
La obra, que estaba programada para finalizar en 10 días, aún no ha concluido después de casi dos meses. Los resultados, lejos de solucionar el problema, han empeorado la situación. “Han pasado dos meses, la obra estaba prevista para 10 días (…) Ahora no hay un problema en Pehuén, hay dos problemas. La laguna está peor que antes. No han logrado el objetivo”, señaló Sergio.
Además, el vecino explicó que el impacto negativo se ha extendido a otras calles cercanas. “Ahora se ha sumado el problema de la calle Los Tilos, tanto entre Pehuén y Azarero como la siguiente. Las salidas de Pehuén, de los vecinos que van más arriba, porque también han quedado un terrible desnivel”.
Los vecinos continúan esperando una solución efectiva y exigen que las autoridades municipales se hagan responsables por los daños ocasionados y la falta de respuesta. “La última nota presentada fue el día 3 de diciembre, ni bien se comenzó la obra, pidiendo justamente que tengamos acceso a la información pública de cuál era el proyecto, cuáles eran las mediciones que iban a hacer bajo el apercibimiento de responsabilidad. Esa nota jamás fue respondida. Así que ahora no nos queda más remedio que ir por la vía judicial, porque aquí hay una responsabilidad por daños «, enfatiza Sergio.
Entre la Municipalidad y la Cooperativa
La falta de comunicación con la Municipalidad no afecta sólo a los vecinos. Demendiolaza sigue esperando poder entrevistar a Gustavo Coronel, director de Obras Públicas del municipio.
Según comentaron los vecinos, esta semana tuvieron una conversación informal con Coronel y el secretario del área, Jeremías Ruffini, mientras éstos inspeccionaban la obra. En ese diálogo se les indicó que los trabajos se encontraban demorados porque deben coordinar las tareas con la Cooperativa de Agua.
La obra se divide en dos frentes: la municipalidad está a cargo del movimiento de suelo y nivelación, mientras que la Cooperativa debe profundizar las cañerías de agua para adecuarlas a la nueva altura de la calle.
Joaquín García, momentáneamente al frente de la Cooperativa de Servicios Unquillo-Mendiolaza, declaró a la 102.7 FM Demendiolaza: “Nosotros hace aproximadamente un mes procedimos a poner una manguera que habrán visto los vecinos en cada uno de los extremos de donde va la obra, una manguera provisoria por fuera que se conectaba a la cañería nuestra antes del lugar donde se iba a efectuar la obra para que los vecinos no se queden sin el suministro.”
El responsable de la Cooperativa confirmó que las tareas a su cargo ya se completaron, y señala «La cooperativa concurrió a la obra hace dos semanas, para hacer el zanjeo típico que es más o menos entre 80 y 90 centímetros de profundidad y la colocación de la cañería, con lo cual la obra por la parte nuestra, por la parte de la cooperativa, ya quedaría terminada, concluida.»
García aclaró que el suministro de agua ya volvió a su circuito original, ahora por una cañería que está en un nivel más profundo que el anterior. Además agregó que, según entendía, a la Municipalidad sólo le restaba darle la correspondiente pendiente a una de las cunetas.
A los caños
Pese a las precauciones tomadas por la Cooperativa, la rotura de caños de agua sucedió desde el inicio hasta hoy, lo que en una en ocasión llegó a dejar a los vecinos sin agua por cuatro días. «Pese a la previsión de dejar esta cañería provisoria por fuera, a modo de bypass, se ve que en alguna de las maniobras, alguna de las máquinas enganchó más de un lugar la misma y hubo que volver a hacer ese trabajo de conexión» afirmó García.
El representante de la Cooperativa explicó que para resolver este tipo de contingencias, se evalúan de acuerdo al grado de urgencia que revistan. «Uno trata de hacer el triage y el análisis de dónde tenemos cada uno de los días la mayor urgencia, la que afecta a la mayor cantidad de gente y tratar de dar prioridad en el caso de las reparaciones.”
«Lamentablemente sucede cuando trabajan dos empresas en un sector, seguramente hubo algún problema en la comunicación, nosotros nos debemos haber enterado tarde de esta rotura y por eso se debe haber producido este tiempo en el cual entendemos la complicación que le generó a los vecinos, concluyó García.»