Carlos Alonso desde Mendiolaza

El maestro está muy cerca

Carlos Alonso desde Mendiolaza

 

El gran pintor argentino presenta a  sus 95 años, la muestra “El Retrato” en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Unquillo. Desde  Mendiolaza, artistas y amigos del pintor reflexionan sobre la emblemática figura de talla internacional. La exhibición inaugurada el sábado 18 de mayo podrá ser visitada hasta el domingo 4 de agosto. Nuestros artistas comparten sus impresiones sobre la importancia de la muestra y la figura de Carlos Alonso desde Mendiolaza

 

Ruben Menas “Para mi es un tipo admirable. Es un ídolo”

Rubén Menas es Licenciado en Pintura por la Escuela de Artes, Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Docente en pintura y dibujo en U.N.C. desde 1994. Cuenta con más de 150 muestras entre colectivas e individuales. Obtuvo numerosos premios a nivel provincial y nacional. Poseen obras suyas Museo de Arte Contemporáneo MACRO de Rosario, Argentina – Museo Caraffa , Centro de Arte Contemporáneo CAC, Museo Genaro Pérez y Museo Evita (Palacio Ferreyra) de Córdoba, Argentina y colecciones particulares de Córdoba y Buenos Aires,Argentina, San Pablo, Brasil, Madrid, España y París, Francia.

– Como artista fue un tipo que a mí me influenció muchísimo en el sentido de que yo admiro su dibujo, su manera de trabajar con la línea y demás cosas que hacen a la técnica es el dibujo pero fundamentalmente la manera en la que él implica el sentido dentro de la ejecución de las líneas o de los dibujos. En el sentido de lo siguiente, yo he visto, me acuerdo mucho de una pintura que creo que incluso puede puede llegar a estar ahí en la muestra, que estuvo en el Museo Genaro Pérez. Un retrato de Spilimbergo. Y cuando lo vi a ese retrato, la cara, las manos y todo lo que trasunta el personaje. Hay una idea de cómo, de una emoción, en la cual yo realmente veo la pintura transmutando el sentir del artista. Quizás en otra obra, no, no me pasa eso. Hay toda una obra de él muy conocida que tiene que ver con las cuestiones de la represión y todo este tipo de historia de esa época y que son de gran factura, que son maravillosas. Pero estos retratos en particular y algunos otros dibujos de su hija Paloma, simplemente me han causado como una impresión como diríamos donde yo siento que está consustanciado el sentir de quien hace con la forma en la que lo hace. Para mí es un tipo admirable. Yo tuve muy pocas oportunidades y fundamentalmente porque me da vergüenza, en el sentido de que no sabría qué decirle. Es un ídolo. A mí me inhibe, no sé, no sabría que hablar con él, así que supongo que hubiera deseado en todos estos años… siempre se me ocurrió dar una vuelta por la calle de Alonso, desde hace 20 años y a ver si puedo conversar con él. Y después me preguntaba ‘y qué voy a hablar?’, o sea, ¿cómo lo voy a hacer perder el tiempo? que está por ahí la misma que yo, pero con una diferencia abismal. Creo que es un grande y que es un honor que esté acá, que esté vivo, que esté bien. Y que pueda montar esa muestra me parece fantástico.

El Macu rinde homenajea al gran pintor argentino con una retrospectiva de retratos. Carlos Alonso desde Mendiolaza

Juanchi Gonzales “Los retratos no son un simple homenaje”

Amigo personal de Carlos Alonso. Es periodista y escritor. Se desempeñó en los SRT de la UNC y en los diarios Córdoba y La Voz del Interior. Fue docente en el Colegio Universitario de Periodismo y publicó libros de ensayo y poesía. Vive en Mendiolaza hace 25 años.

– La idea de hacer una exposición, una muestra de retratos de Alonso, algo que nunca había hecho antes, es una forma también de repasar parte de toda su vida de pintor. y no solamente de su vida de pintor, sino que esos retratos son un testimonio de su propia vida. A lo largo de su propia vida. Para hacer estos retratos era utilizado todas las técnicas y ha ocupado todos los tamaños que puede tener una obra en un cuadro. Pero lo que hay que rescatar fundamentalmente es lo esencial de lo retratado. Él siempre suele decir «apunto a lo esencial de los retratados, con soluciones estéticas o plásticas innovadoras. Y siempre con una coherencia pictórica, pero empleando distintas técnicas». Expone o descubre una subjetividad del retratado que a la vez recrea el propio imaginario de Alonso. Hay un entrecruzamiento de técnicas pictóricas. Porque su pintura no está regida por una determinada narrativa estética. Se puede decir, que él nunca se sintió parte de una sola corriente estética. Él me decía «Pinto sin pensar a qué línea pictórica adhiero», o sea que intenta reflejar en sus retratos la interioridad del retratado inclusive en su propio autorretrato. Usa la imaginación en esa búsqueda de la interioridad. Alonso es entre otras tantas virtudes que tiene como pintor, uno de los grandes maestros del retrato.

Gran parte de la obra de Alonso está dedicada a mostrar retratos de otros pintores, pero los elige con cierto cuidado. Entonces aparecen no solamente Rembrandt, Van Gogh, Spilimbergo, Monet, etc. Sino que él es un maestro del dibujo también. Entonces aplica esa técnica del dibujo con técnicas mucho más complejas de la estética de la pintura contemporánea. Él dice que en realidad el arte es uno solo, por más que él se dedique a pintar retratos de otros pintores. El arte es uno solo. Por eso van desde Spilimbergo a Van Gogh. Es una una forma también de reencontrar una enseñanza que tuvo en un maestro que fue muy importante en su formación cuando estuvo en Tucumán con Spilimbergo, que era el grabador Víctor Delhez. Alonso incorpora a su obra esa serie de retratos para demostrar que el arte es uno solo. Y que estos retratos no son un simple homenaje ni mucho menos laudatorios, dice él. Son mucho más que eso. Se trata de buscar los sentidos no solamente la pintura, sino la intimidad del pintado. Por eso a veces ves «deformado» algunos retratos. En definitiva, es un artista completo, controvertido, crítico, con un gran virtuosismo técnico. Y que tiene fundamentalmente referencia de toda su vida, ya sea pictórica o su vida personal, incluida en esos retratos. Los retratos forman un correlato de toda su vida.

» Los retratos llevan a los parajes más recónditos de lo que se podría denominar el peregrinaje de la carne «, Demian Orosz. Carlos Alonso desde Mendiolaza

Magui Lucero. “es un testimonio valiente y necesario”

Artista plástica, ecultora, ceramista y docente.

– Considero que la obra de Carlos Alonso es fundamental en el contexto de nuestro país en cuanto es un testimonio valiente y necesario que resulta de una inmersión profunda y crítica en nuestras realidades y nuestras tragedias como sociedad. Valoro la obra de Carlos Alonso especialmente por ese gesto de convertir una lectura descarnada de nuestra realidad en un lenguaje capaz de conmovernos íntegramente, con una belleza amasada con maestría

 

Eugenia Ponce. “nos  abre las puertas a una época dorada, épica”

Arquitecta.

– El gran Carlos, honesto, generoso, trasciende y transversaliza varias y muchas generaciones. Cuando un personaje de la cultura ancla en profundidad ni modo que la cultura muera. Mal que les pese a muchos. La muestra retrospectiva descubre otros universos o «multiversos» del artista, nos  abre las puertas a una «época dorada» épica, poderosa, avasallante, productiva. De dónde no tendríamos que habernos exiliado jamás. Resta tomarnos la responsabilidad dentro de cada uno de «nosotros testigos» de continuar didáctica y pedagógicamente , la hermosa tarea de explicar a las nuevas generaciones el hito significante Carlos Alonso . Es nuestro, es muy Sierras Chicas,   de cada uno de «nosotros» aguante la cultura ! Carajo !!!

 

Carlos Alonso, en Cuerpo y Alma. Por Demian Oroz. 

El siguiente texto puede leerse en el muro de ingreso a la muestra en el Museo de Unquillo

El retrato es una de las barcas mejor aprovisionadas para navegar por ese magnífico caudal artístico, todavía en proceso de expansión, que es la obra de Carlos Alonso. Una barca que se va deteniendo junto a una red de senderos. Los retratos llevan a los parajes más recónditos de lo que se podría denominar el peregrinaje de la carne. Los cuerpos, las manos, los genitales, los dientes, los ojos, la lengua, la piel, los pies, las llagas, la aventura de la anatomía humana cosida al pathos del espíritu, pero también -sobre todo- a las pasiones bajas y mundanas, a la piedra y al camino, conforman uno de sus territorios predilectos. 

Los retratos de Alonso pueden ser también una manera lateral de seguir la pulsión, la necesidad o la determinación de incrustarse con su propio temperamento en la tradición artística, visitas provocadoras y de gran musculatura a los maestros del pasado, así como diálogos con los contemporáneos que compartieron sus días. Y hay algo más: los retratos, en su faz más íntima, son una vía que conduce al corazón de los vínculos (mutantes revisados con obsesión, fijados en el instante de su captura en la tela, la madera o en el papel, alterados) con las personas que han atravesado su vida.

Porque Alonso no ha hecho otra cosa que pintar el encuentro de la materia humana con el tiempo. En su caso, las inflexiones políticas y sociales han sido determinantes. Ha pintado el hambre, el sufrimiento, la tortura, el desarraigo. La desaparición, (el Estado es  responsable del estado de los cuerpos y de su no presencia). Alonso se inmoló en la tarea de pintar cuerpos donde no los hay. 

En su obra, con una frecuencia que conmociona y que confirma una vieja sentencia de David Viñas, “la pintura de Alonso nos intranquiliza”, la Historia decanta en Infierno. Pero hay más. Un deleite, incluso una desafiante veta de hedonismo formal y colorístico, (como supo señalar Laura Malosetti Costa) que sube las peripecias humanas a la barca de los locos de la pintura y les otorga la sobrevida que sólo titila en el arte. Que ofrece una chance de seguir contando el cuento. 

La galería de retratos que ofrenda esta muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Unquillo (MACU), la ciudad de Sierras Chicas en la que el artista se radicó en 1982, al regreso de su exilio en Europa, es una historia de muchas vidas tramadas en la vida del artista. Un aleph de biografías dibujadas o pintadas con mano maestra y ojos siempre frescos.

El artista, que en febrero cumplirá 95 años, se radicó en Unquillo en 1982. Carlos Alonso desde Mendiolaza

El maestro de la pintura contemporánea argentina

Carlos Alonso nació en Tunuyán, Mendoza, en 1929. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo. En 1953 se muda a Buenos Aires  donde consigue una beca para viajar a continuar su formación artística en Europa. Ya en Argentina, con la dictadura cívico militar de 1976 se exilia en Italia y regresa en 1981, radicándose de manera definitiva en la localidad de Unquillo, en 1982.

En su devenir se vio influenciado por grandes maestros del arte, pero su obra se ve atravesada  por la crudeza de la violencia de la historia argentina reciente. Es en particular el secuestro y desaparición forzada de su hija Paloma, lo que cruza transversalmente todo su relato artístico posterior. Hoy a sus 95 años de la mano de su hijo Pablo, curador de sus obras, presenta la muestra “El retrato” con más de 70 obras.

La exhibición cuenta con una serie de retratos con figuras que se acercan a nuestra geografía, como la de los pintores Lino Enea Spilimbergo, quien también vivió en Unquillo, y Roque Onofre Fraticcelli quien fue vecino de Mendiolaza. La muestra también incluye retratos de grandes de la escena nacional, como  Antonio Berni, Rómulo Macció, Antonio Seguí, Pedro Pont Vergés, Marcelo Bonevardi, el humorista Roberto Fontanarrosa o el poeta argentino Hamlet Lima Quintana, y de otros grandes de la pintura universal como los franceses Claude Monet, Vincent van Gogh y Pierre-Auguste Renoir. La muestra se podrá visitar en el MACU Museo de Arte Contemporáneo de Unquillo hasta el 4 de agosto.

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