Las nuevas dinámicas de consumo
Ante la crisis, los vecinos diagraman nuevas estrategias para afrontar la situación. Aumentos de transporte, combustible, peajes, y costos de vida en general motivan la generación de nuevas formas de consumo. Los grupos de carpooling y compraventa en Mendiolaza se extienden y difunden a cientos de vecinos, proporcionando soluciones a sus necesidades.
En la actualidad está cada vez más extendida la búsqueda de vías alternativas para satisfacer la necesidad de ciertos bienes o servicios. Si bien históricamente siempre existieron formas diversas para adquirir productos de consumidor a consumidor a precios más accesibles, el uso de las redes y las nuevas tecnologías han facilitado un alcance a mayor escala. La economía personal, y el medio ambiente, los principales beneficiados.
Compraventa
Noelia Pérez es vecina del Talar y comenta que desde su llegada al barrio participó activamente en diferentes grupos de whatsapp. Los objetivos de estos grupos iban desde seguridad, a información de las comisiones vecinales. Sin embargo notó que ante publicaciones de venta de algún producto o servicio, se abría un debate cuestionando que la finalidad del grupo es otra, y no comercial. A raíz de esto, consideró oportuno abrir un grupo destinado específicamente a este tipo de intercambios. Así le dio origen al grupo “El Talar Vende” creado en noviembre de 2016 y que actualmente cuenta con más de 600 miembros. Al igual que este grupo, se han creado otros de la misma aplicación, sectorizados por barrios, o en referencia a la ciudad. Lo mismo se replica en grupos abiertos y cerrados, en otras redes sociales como Facebook.
Estas vías alternativas ofrecen la facilidad que supone el trato directo entre quien ofrece un bien o servicio y quien lo precisa. Por un lado abarata ciertos costos, ya que en muchos casos se ofrecen productos que ya no se utilizan, o producciones manufacturadas artesanales, como también servicios de profesionales u oficios. El “boca a boca” versión 2.0 “La gente que pide algo, generalmente pide contactos de por ej. Plomero, técnico de lavarropas, etc., o cosas así. Eso es una demanda constante. O referencias sobre dónde comprar buenos sándwiches o determinado producto. Los demandantes piden referencias para adquirir productos” y a su vez agrega “El grupo se creó para ayudar a los vecinos que querían vender, a modo informativo. Después lo que suceda entre vendedor y comprador, es responsabilidad de ellos. Pero como te digo, en el grupo las buenas y malas experiencias se publican también, así que creo que es el mayor detector o factor de prevención de estafas, y el hecho de contar con la buena voluntad de los vecinos que hacemos el grupo” remarca Noelia en cuanto a la seguridad de quienes ofrecen o adquieren a través de éstas vías.
Un mercado en la mano
Por su parte en Facebook se replica este fenómeno. Si bien la plataforma cuenta con su propio Marketplace, con millones de usuarios y posibilidad de filtrar publicaciones por ubicación, tiempo de publicación, precio y demás, también se han generado grupos puntuales de compraventa, e información.
Tal es el caso del grupo Vecinos del Talar Mendiolaza Compra Venta y Servicios, con 9.700 miembros, Compra venta Mendiolaza con más de 4500 usuarios, o grupos de clasificados de Mendiolaza y ciudades vecinas que concentran desde 30 mil usuarios a casi 45 mil otros. Esto hace de los espacios virtuales un lugar atractivo para la difusión comercial, y para encontrar alternativas al mercado tradicional. Mientras tanto, los grupos de whatsapp por la características de la aplicación continúan siendo algo más discretos, con mucha menor cantidad de participantes, lo que también genera mayor confianza entre sus miembros. “Lo que sí veo que se incrementa es la demanda para participar en el grupo, ya que constantemente me escribe gente para agregar a alguien que está iniciando un negocio por ejemplo, o tiene algo para ofrecer. En ese caso paso el link y les sugiero ir probando, porque a veces se pueden sumar al toque, a veces no hay cupos” comenta Noelia Perez con respecto al constante movimiento y crecimiento del grupo que administra.
Pequeñas comunidades
Otro caso que se suma a este fenómeno de consumo directo sucede con un grupo de whatsapp creado por miembros de la comunidad educativa del IPEM N° 317 de nuestra ciudad.
Este espacio se generó para compartir y difundir e intercambiar productos entre miembros de esta comunidad. Desde venta de empanadas, comidas veganas, productor de Tupperware, hasta campañas específicas que surgen ante la necesidad de algún tratamiento médico por parte de alguno de sus miembros.
De esta manera en un espacio puntual, como es una comunidad educativa, profesores, alumnos, preceptores, ex alumnos, encuentran un espacio para vender y comprar en un círculo virtuoso de economía alternativa, donde prima la confianza y ayuda mutua entre sus miembros.
Carpooling
El aumento del boleto interurbano, la reducción de frecuencias, de recorridos, el aumento de combustibles y peajes, incluso los costos de mantenimiento de un vehículo, son algunos de los factores que podría decirse que han reactivado fuertemente esta modalidad que parece haber llegado para quedarse. Se trata de los viajes compartidos. En sierras chicas se creó en enero de este año el grupo de whatsapp “Viajes En Vehículos Particulares Sierras Chicas” con más de 800 miembros que a diario se contactan para acordar viajes entre las localidades de Salsipuedes, Agua de Oro, Rio Ceballos, Unquillo, Mendiolaza, Villa Allende, y Córdoba. Alguien viaja en su vehículo, y ofrece llevar a quienes puedan utilizar el recorrido, compartiendo los gastos del viaje. En la descripción del grupo dejan en claro cuál es su objetivo y señalan que se trata de un “Grupo de vecinos se unen para compartir viajes en auto colaborando con los gastos de combustible y peajes del mismo sin fines de lucro.” Así mismo, también se especifica el sistema de costos “Se sugiere que sea la mitad de lo que sale el boleto interurbano, es un sugerido, pero que nunca deberá igualar o superar el valor del boleto del servicio de transporte de colectivos. Lo mejor es que ese tema lo acuerden antes de aceptar el viaje.”
En este mismo grupo también se establecen otras normas para su correcto funcionamiento, y al mismo tiempo con la finalidad de brindar una cierta seguridad tanto a conductores como pasajeros. Entre ellas la posibilidad de solicitarse mutuamente documentación que acredite identidad, para asegurarse de viajar con la persona acordada. También se hace hincapié en respetar todas las normas viales de cantidad de pasajeros, o uso de butacas en caso de viajar con menores. En cualquier caso, se trata de un acuerdo mutuo que facilita el contacto a través del grupo, pero que se materializa entre los particulares de manera privada.
Cómo nace esta modalidad
Este fenómeno cuyo origen o principal o mayor expansión se estima que se dio en EEUU en los años 70 debido a la crisis del petróleo, es una práctica extendida, que desembarcó en Argentina en 2013 aproximadamente, de la mano de la aplicación “Tripda” y luego se popularizó brevemente a través de “Carpoolear”. Es en esta última aplicación que incluso se inspiró un programa de la Universidad Nacional de Córdoba, que lanzó en 2016, llamado “Viaje compartido”. Este programa proponía un modo alternativo y sustentable para movilizar a toda la comunidad universitaria. Se trató de una iniciativa del Programa Políticas de Gestión Ambiental Sustentable (Gasus). Esto permitía a diferentes usuarios (conductores) cargar su recorrido y horario de rutina rumbo a Ciudad Universitaria en sus autos particulares, y compartir dicho trayecto con la comunidad de usuarios que se sumaran al viaje.
Con este sistema, los beneficios se multiplican. Reduce el tránsito que ingresa a las ciudades periféricas y a la capital cordobesa reduciendo así también los tiempos de traslado. Se reduce la emisión de carbono, ya que se optimiza el espacio de cada vehículo, aprovechando al máximo su capacidad, trasladando a 3 y 4 pasajeros en cada viaje. Para los usuarios, también significa un costo menor que el que propone el transporte público de pasajeros, o el costo que supondría viajar solo en el vehículo.