Diques sin agua y ciudades sin obras
Crisis hídrica en Mendiolaza
Frente al inicio de la primavera y el aumento de las temperaturas comienzan a vislumbrarse los problemas vinculados a la escasez de agua. La insuficiencia de lluvias, la bajante de los diques y el aumento del consumo son propios de la época del año. A ello se suma la falta de obras que acompañe el crecimiento de la población. Todo presagia otro verano complejo en Mendiolaza.
El dique La Quebrada hoy se encuentra 6,16 mts por debajo del labio del vertedero. Un nivel más bajo que el año pasado, ya que este año no alcanzó la cota completa del dique. Por su parte, el agua en el San Roque hoy llega a los 30,89 mts de los 35,30 mts que tiene a nivel del vertedero. Es decir, algo más de un metro por encima del momento más agudo de los últimos años, cuando en 2010 llegó a medir 29,6 metros.
Inversiones insuficientes
“El déficit nuestro está vinculado a que La Calera nos pueda aportar los volúmenes necesarios para que los problemas no se repitan – explica Raúl Hoya, presidente de la Cooperativa de Agua de Unquillo y Mendiolaza – Para que no tengamos un verano como el último, que fue bastante complicado”. Leer más
Según el presidente de la Cooperativa de Agua, actualmente, no hay en Mendiolaza ningún sector que no cuente con el servicio. Sin embargo, el problema histórico de escasez no pudo solucionarse con las obras realizadas hasta ahora. “Se está gestionando con las autoridades provinciales la realización de mejoras para que ese caudal que tiene que llegar a la zona sea el adecuado”, comenta Hoya.
Crisis hídrica en Mendiolaza
Se esperan definiciones antes del verano
Originalmente Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza se abastecían del dique La Quebrada que en ese momento alimentaba a una población mucho más pequeña. “No fue pensado para la cantidad de gente que vive hoy en la zona y en el 2006 – 2007 se empezó a notar que era absolutamente insuficiente. A partir de ahí se inauguró el acueducto que trae agua desde La Calera y por algún tiempo los inconvenientes fueron menores – rememora Hoya – Pero a medida que fue creciendo la población el sistema ya no tenía la capacidad de transportar todo lo que debería. Por eso se están gestionando las inversiones para que el sistema transporte lo necesario”.
«Si tenemos la suerte de que las inversiones lleguen a tiempo vamos a poder paliar esa situación – puntualiza el Presidente – Son licitaciones públicas que tienen ciertos procesos y ciertos plazos de cumplimiento. Están en marcha. Esperemos que se pueda concretar porque una vez que salen aprobadas después hay que esperar que se haga la obra pertinente».
Sobre los plazos para estas definiciones explica: «Estimamos en los próximos dos o tres meses estarlo solucionando. Si es antes, mucho mejor. Creo que son cinco expedientes los que están en marcha. La puesta de cada uno de ellos va a ir aportando mejoras al sistema».
Pozos y responsabilidad de los vecinos
Crisis hídrica en Mendiolaza
Los vecinos que aún no se han conectado a la red y quienes quieren llenar sus piletas, compran agua a los camiones que se abastecen en los pozos. Según el Presidente sólo hay dos pozos en el territorio bajo la órbita de la Cooperativa que garantizan cantidad y calidad de agua. Uno es el Malvinas, ubicado al ingreso sur de Unquillo y el otro es el del ex frigorífico.
Hasta que lleguen las inversiones y las obras necesarias, Raúl Hoya apela a la responsabilidad de los vecinos. “Que los consumos sean responsables, por lo menos que no se llenen las piletas, que no dejen la manguera abierta si van a lavar el auto, y que el riego no sea por aspersión”
El contexto
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el 2030 se espera que el uso del agua aumente en un 40% a nivel mundial, debido al crecimiento demográfico y el cambio climático.
En Argentina, en el pasado mes de agosto la sequía llegó a 10 millones de hectáreas según un relevamiento realizado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, integrada por organismos oficiales como la Secretaría de Agricultura, el INTA, el Servicio Meteorológico Nacional, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y el Instituto Nacional del Agua.
En la ciudad de Córdoba el déficit de precipitaciones es de casi 200 milímetros en el periodo comprendido entre enero del 2020 hasta julio de este año.
Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y del CONICET, como Fernando Barri, explican la falta de agua en Córdoba está directamente vinculada con un desarrollo urbano sin ningún tipo de planificación y que el preponderante desplazamiento de la Ciudad hacia las sierras, sumado a la ausencia de control estatal profundiza la crisis hídrica en la zona
Crisis hídrica en Mendiolaza