Un nuevo eslabón en la cadena de reciclaje
Primero fue la recolección de residuos reciclables, plástico, vidrio y cartón, insumos para la economía circular. Después fue el canje de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso a cambio de diferentes productos de la economía circular. Ahora es el turno de que parte de esos aparatos vuelvan a la comunidad en elementos que mejoran la calidad de vida de personas con discapacidad visual. Ecocanje y anteojos inteligentes en Mendiolaza, un punto desde el que es posible ver el futuro, hoy.
Continúa en Mendiolaza el programa de ecocanje de elementos electrónicos. Este proyecto, impulsado desde la secretaría de planificación en convenio con la Fundación Caecuslab, propone a los vecinos donar sus aparatos eléctricos y electrónicos en desuso a cambio de diferentes productos de la economía circular. Esta iniciativa se extenderá durante el mes de diciembre, y se pueden acercar los aparatos hasta la Secretaría de Planificación donde se encuentra el punto de canje.
En 2021 Caecuslab fue reconocida en los Premios Latinoamérica Verde en la categoría Desarrollo Humano. También ganó el Premio Direct TV Protagonistas, y esta semana se conoció que es uno de los tres proyectos argentinos enfocados en la sustentabilidad, la salud y la alimentación que recibirá entre U$ 10.000 y U$ 18.000 entre por parte de la farmacéutica alemana, Bayer, para promover su desarrollo.
Reciclaje e inclusión
Ecocanje y anteojos inteligentes en Mendiolaza
Carolina Werner, responsable de la Secretaría de Planificación y promotora del proyecto, remarca que existe una falta de un sistema eficiente de gestión de residuos electrónicos, que podrían ser aprovechados por la economía circular. Muchos componentes y materiales presentes en los dispositivos electrónicos podrían ser recuperados, reutilizados o reciclados. A su vez, a esta realidad se suma una dimensión humana que abarca a las personas no videntes o con disminución visual, quienes en muchos casos se encuentran impedidos de acceder a aparatos acordes a su realidad, que les permita achicar esa brecha digital, y a su vez también poder fortalecer su autonomía para la vida.
Así, esta iniciativa impulsada por Werner busca dar una solución a estas dos realidades. Para lograrlo se realizó una alianza estratégica con la Fundación Caecuslab, especializada en soluciones para personas no videntes o con disminución visual. De esta manera, se trata de lograr una correcta disposición de elementos electrónicos que son desechados por la población, y a su vez colaborar con una misión inclusiva, en favor de la población no vidente o con disminución visual. Podría decirse que se crea un círculo virtuoso, donde se contribuye al cuidado del medioambiente con una correcta disposición de residuos eléctricos y electrónicos, y a su vez muchos de esos componentes puedan ser aprovechados para crear dispositivos que mejoren la calidad de vida de un sector de la población.
Contaminación y brecha digital
Ecocanje y anteojos inteligentes en Mendiolaza
Estos ejes son los principales motivos que sostienen este proyecto. Se estima que en Argentina se generan alrededor de 320,000 toneladas de residuos electrónicos al año, y se espera que esta cifra siga en aumento debido al crecimiento de la industria electrónica y el uso de dispositivos tecnológicos. Los sistemas de reciclaje tanto en Argentina como en Córdoba, resultan insuficientes para disponer adecuadamente de estos residuos. Dado que muchos de los componentes de estos aparatos se estima que pueden llegar a demorar más de 4 mil años en degradarse, es fundamental establecer políticas sostenidas que apunten a su reutilización y aprovechamiento. De otra manera estos residuos terminan, en la mayoría de los casos, en vertederos mezclados con los residuos urbanos, generando contaminación permanente.
Otra realidad que entrecruza esto, es que la población no vidente en Córdoba y Argentina ha enfrentado dificultades en términos de acceso a la información, movilidad y participación plena en la sociedad. Las limitaciones tecnológicas y la falta de soluciones adaptadas a sus necesidades específicas han contribuido a una menor autonomía y calidad de vida en comparación con la población vidente. Así lo sostiene la fundamentación del proyecto impulsado desde Mendiolaza.
De esta manera, esta iniciativa amalgama ambas necesidades y obligaciones. Disponer adecuadamente de estos residuos, y a su vez colaborar en su aprovechamiento para beneficio de un sector de la población que lo necesita.
Cómo funciona el ecocanje en Mendiolaza
Ecocanje y anteojos inteligentes en Mendiolaza
El municipio es el encargado de recibir de parte de los vecinos sus aparatos eléctricos y electrónicos en desuso, para su posterior traslado a la fundación. Pueden ser desde celulares, computadoras, auriculares, o electrodomésticos. A cambio de esto, los vecinos reciben productos reciclados de la economía circular. Se hace entrega de productos muy variados, que pueden ir desde lápices de madera reciclada, almohadas para mascotas, bolsos, entre otros.
Los responsables desde el municipio de llevar a cabo el proyecto, son Carolina Werner a cargo de la Secretaría de Planificación y el Director de Vinculación Institucional, Fernando Javier.
Los elementos donados por los vecinos, son entregados por el municipio a la Fundación Caecuslab, quienes utilizan muchos de sus componentes en la elaboración de productos tecnológicos pensados para la población no vidente o con disminución visual.
De acuerdo al convenio firmado, la fundación se compromete a entregar los llamados “kits de autonomía” a vecinos de la ciudad que lo precisen. Estos kits incluyen unos anteojos inteligentes con el programa “Anny” de apoyo y asistencia creado por la misma fundación. Esta aplicación consiste en una solución tecnológica compuesta por Anteojos Inteligentes y una app móvil pensada para personas ciegas. También se incluye una batería portátil, un bastón plegable, y un bolso para guardar el kit completo.
Para que este kit llegue a las personas que lo necesitan, desde la municipalidad se lleva a cabo un mapeo de los vecinos y vecinas de la ciudad con esta condición física, que podrían ser alcanzados por este beneficio. Para esto se lleva a cabo un censo, a toda la población. “¿Te sumas? Queremos conocerte, entender tus necesidades y hacer de Mendiolaza un lugar más inclusivo y tecnológico. ¡Participa en nuestro censo completando el formulario del link y sé parte del cambio!” reza el formulario donde se invita a completar con sus datos a toda persona con discapacidad visual, o un familiar de esta. Los interesados pueden inscribirse en el link brindado por la secretaría de planificación https://shorter.me/JD9gV .
Por el momento el convenio firmado establece que el proyecto se encuentra vigente hasta el mes de diciembre, aunque no se descarta que se pueda extender por más tiempo.