Evocación de la guerra desde Mendiolaza

Entrevista a Rubén Aguilera, veterano de Malvinas

«El reconocimiento a la gesta de Malvinas y a los veteranos fue por lucha de los mismos veteranos»

Evocación de la guerra desde Mendiolaza

 

Rubén Aguilera, es vecino de nuestra ciudad y veterano de Malvinas. Al desatarse el conflicto bélico, se encontraba cumpliendo el servicio militar obligatorio, dentro del denominado “Grupo Playa” de la  Marina. A 42 años del desembarco argentino en las islas, hace una evocación de la guerra desde Mendiolaza. 

El Grupo Playa había embarcado para la Campaña Antártica de 1981 y les extendieron su permanencia para sumar su participación en el conflicto del Atlántico Sur. Durante la recuperación de las islas Georgias llevada a cabo el 3 de abril, el Grupo Playa custodió a 33 prisioneros ingleses. El 14 de abril entregaron los prisioneros al Batallón de Seguridad de Puerto Belgrano, donde todos desembarcaron. También participaron en el rescate y asistencia médica de los náufragos del crucero ARA General Belgrano.

Cuando volvió a su casa, su familia lo estaba velando porque lo habían dado por desaparecido en acción.

El martes 2 de abril a las 17:30 horas se llevará a cabo el acto de conmemoración de los veteranos y caídos en Malvinas, en la Plazoleta del Monumento a los Héroes de Malvinas de Mendiolaza.

 

¿Cómo era su vida antes de Malvinas?

– Era un adolescente. Saliendo de la adolescencia, porque en aquella época se maduraba más temprano. Con 18 años como cualquier adolescente, íbamos al boliche, teníamos una que otra novia por ahí dando vueltas. Teníamos una barra de amigos, que nos juntábamos en la esquina del barrio los sábados a jugar al fútbol. Todo lo que hace un adolescente. Ya había entrado a la UTN (Universidad Tecnológica Nacional). Estudiaba ingeniería en sistemas, y militaba también en un partido político, en la Unión Cívica Radical y en la Asamblea Permanente por los Derechos del Hombre junto con Alfonsín. Época del Proceso estamos hablando.

 

¿Cómo vivió el momento en que se declara la guerra de Malvinas?

– Yo como ciudadano común no te lo puedo contar porque yo hacía ya un año que estaba en la Antártida y de la Antártida pasamos a la línea, a recuperarla. En ese momento estaba haciendo un servicio militar con la cabeza súper lavada. 

Veteranos de Malvinas cantando el himno durante un acto en Mendiolaza

Foto de archivo. Actos de años anteriores por el 2 de abril en nuestra ciudad. Evocación de la guerra desde Mendiolaza

¿Cómo fue su participación en la guerra?

– Parte del secundario, lo hice en el Liceo Militar, o sea que tenía alguna formación en armas. Teniendo ese antecedente, nos mandaron a un entrenamiento en la Antártida, y de paso a trabajar a la Antártida. Ya que íbamos a entrenar, trabajábamos llevando las provisiones, y demás. Eso en el año ‘81. Llegado marzo del ‘82, estábamos en las Islas Orcadas, y nos dijeron que teníamos que ir a las Islas Georgias, a la Isla San Pedro a Puerto Lane. Era una factoría de ballenas abandonada, que la habían comprado. Estaban deshuesando con unos obreros argentinos, y habían izado una bandera argentina, y eso generó conflicto. Así que de ahí nos fuimos en marzo, rescatamos los obreros que estaban en Georgia, y los pasamos a un buque mercante para que los trajera de nuevo al continente. Y nos quedamos nosotros en Georgia cruzándonos con el rompehielos inglés. Supuestamente los buques que están destinados a la Antártida no pueden estar armados y el rompehielos de ellos estaba totalmente armado. Nosotros estábamos destinados a la Antártida y no teníamos nada. Nos quedamos cruzándonos con él hasta el 3 de abril que se arrimó la corbeta Guerrico, nos pasó un poco de tropa y nos avisaron por radio que la primera parte del operativo Rosario estaba concluida, que iniciáramos con la segunda etapa que era la recuperación de Georgias. Y ahí se produce un combate bastante jodido, nos derriban un helicóptero, averían a la corbeta mal, mal. Tenemos tres muertos, 5 heridos y ellos nada, nada. Después que nos derriban el helicóptero, el grupo mío era un grupo de desembarco, nos dan la orden de bajar a tierra. Cuando bajamos a tierra, nosotros llegamos hasta abajo de la empalizada, las casas tienen casi dos metros de empalizada por la nieve. Entonces llegamos hasta abajo de las empalizadas y yo agarro una granada, para tirarle adentro y por radio me dan la orden, que no, que teníamos la orden de no lastimar a nadie.

 

¿Cómo fue eso? ¿Cuál era la orden entonces?

– Y bueno, así era la cosa, la orden era no matar a nadie. Teníamos que tomarlos prisioneros.

 

¿Cuánto tiempo estuvieron ahí?

– Yo estuve muy poco tiempo porque cargamos 33 prisioneros que eran los marines ingleses y de ahí pasamos, de Georgias pasamos a Puerto Deseado primero a descargar los heridos. De Puerto Deseado fuimos a Puerto Belgrano a llevar a los prisioneros. En Puerto Belgrano el buque mío ingresó a dique seco y lo pintaron de blanco con la Cruz Roja, y se convirtieron en buque hospital. Descargamos los heridos y volvimos a navegar.

 

¿Cómo continúa a partir de ese momento?

– Continua buscando heridos en la línea. Cuando hunden al Belgrano, buscando náufragos. Dándole el apoyo a los médicos, porque el soldado inglés le tira al que tiene la Cruz Roja en el casco, le tira. Porque si ellos, dicho por un inglés que habíamos tomado prisionero nosotros, si ellos voltean a un médico tienen cuatro soldados menos al frente. Entonces le tiraban al de la Cruz Roja, no tenían problema. Mi grupo, que era el grupo de desembarco, bajaba a cuidar a los médicos. Bajaba a entrar en combate para que no le tiraran a los médicos. A los médicos, a los enfermeros y a los camilleros que cargaban heridos, y en helicóptero los llevaban al buque hospital.

 

Rubén Aguilera junto a otros veteranos de Malvinas.

El regreso: «El tren venía con todas las ventanillas tapadas con papel de diario para que no nos vieran. Evocación de la guerra desde Mendiolaza

¿Qué es lo que más recuerda de la guerra?

– Y mira, estás codo a codo con la miseria humana, con la muerte. Estás codo a codo, y eso no se te borra más de la cabeza. O sea, la consigna es matar o morir y esa consigna es la que te perfora la cabeza todas las noches.

 

¿Estuvo hasta el final de la guerra?

– Una semana antes de la rendición me volví al continente. Por una esquirla en una pierna. Explotó un mortero cerca y saltó una esquirla que me dio en la pierna. Esa vez los médicos, al herido que trasladaron fue a uno del mismo buque.

 

¿Cómo fue el regreso?

– Terrible. Terrible porque nos trajeron a todos, a nosotros, a los cordobeses que estábamos en la Marina nos dejaron en Puerto Belgrano. De Puerto Belgrano en un tren a Capital Federal. El tren venía con todas las ventanillas tapadas con papel de diario para que no nos vieran. Nos trajeron de noche, nos dejaron en Retiro, nos cargaron en otro tren también tapado, que venía a Córdoba. Nos escondieron permanentemente. Cuando yo llego a Córdoba, llego y en la casa de mis viejos había un telegrama, una foto mía y una vela arriba de un modular que hay en el living de la casa de mis viejos. El telegrama decía que yo estaba desaparecido en acción. Y desaparecido en acción en la Marina es que está en el fondo del mar. Así que me estaban velando porque yo estaba muerto supuestamente. No me esperaban, para nada.

 

¿Cómo fue el intentar retomar su vida luego de todo eso?

– Y es difícil, es difícil. Yo tengo un doble intento de suicidio, porque el Estado nos dejó sin atención médica, sin atención psicológica y la cabeza de quien vuelve de una guerra está totalmente destruida, totalmente. Mis padres me forzaron a hacer terapia y fue lo que hace que hoy esté acá. Te vas con 18 años y volvés con 35, o sea la cabeza es eso. Te fuiste siendo un joven y volviste un adulto maduro. 

Rubén Aguilera vistiendo una remera conmemorativa de Malvinas, frente al coliseo romano.

«cuando se pierde la guerra, tratan de tapar a los combatientes». Evocación de la guerra desde Mendiolaza

¿Cómo ha sido la lucha posterior por visibilizar a los combatientes de Malvinas?

– Todo lo que es reconocimiento a la gesta de Malvinas y a los veteranos de guerra, tanto los caídos como los que volvieron, todo fue a base de lucha de los mismos veteranos. Los estados normalmente cuando se pierde la guerra, tratan de tapar a los combatientes. Nosotros empezamos peleando primero que nada para que se reconozca el 2 de abril. Porque el 2 de abril no se reconocía los primeros años de democracia. No se reconocía como nada. Se reconoce como Día del Veterano, como un feriado común que se podía mover, o sea, lo trasladaban a los días lunes para hacer feriados turísticos. Nosotros continuamos la lucha para que sea un feriado de la importancia del 25 de mayo, que es inamovible. Conseguimos que no lo movieran, el 2 de abril hoy es inamovible. Y después empezar a pelear por el reconocimiento económico, porque realmente a nosotros nos correspondía una pensión de guerra que el Estado no la estaba pagando. También fue a base de luchas, porque en la época de Menem nos daban una pensión que se la daban a las prostitutas, a los indigentes. Era una burla prácticamente porque no alcanzaba a vivir una persona. A la mayoría de los veteranos de guerra, sobre todo los soldados que volvimos a ser civiles sin trabajo, nadie nos quería tomar. Porque la mayoría de la gente decía ‘estos son unos locos de la guerra, en cualquier momento se le salta la chaveta y tenés un problema dentro del lugar’. Nadie los quería tomar. Sin trabajo, sin asistencia psicológica peleando por cada cada cosita que íbamos obteniendo. Hoy hay reconocimientos generalizados. Se militó mucho sobre todo en las hinchadas de fútbol para llevar el mensaje de Malvinas, cosa que se consiguió. Pero hoy todo lo que hay es gracias a la lucha de los veteranos. Por ejemplo, en determinado momento, cuando era presidente Néstor Kirchner se tomó la Casa Rosada. No salió en las noticias porque les daba vergüenza sacar en las noticias que nos habían cagado a palos y así mismo llegamos a tomar la Casa Rosada. Estábamos peleando por una pensión digna y en ese momento era ministro del Interior Randazzo, íbamos a ganar como un soldado Yankee más o menos. Y una noche nos mandó a decir que no nos iba a atender más. Ya estaba cansado. Nosotros estábamos en la plaza, no nos movíamos de la Plaza de Mayo. Cuando dijo eso, fuimos, golpeamos las vallas y nos metimos a la Casa Rosada. Cuando vino la Federal por atrás nuestro, otros veteranos de guerra que se habían quedado en las calles al costado la enterraron a la Policía Federal. Les sacaron los cascos y los escudos y les dijeron, váyanse, no es con ustedes el problema. Entramos a la Casa Rosada. Por supuesto que estuvimos creo que media hora, ni media hora, no debe haber llegado. Randazzo pidió que subieran los representantes al Ministerio del Interior y que por favor, desalojáramos que nos iba a atender. Quedaron siete representantes que subieron y el resto nos volvimos a la plaza. Ahí se resuelve la pensión actual.

 

¿Cómo se vive hoy el 2 de abril?

– El 2 de abril se vive siempre, siempre se va a vivir con un recuerdo muy doloroso. Nosotros los veteranos de guerra decimos que el 2 de abril empezamos en temporada alta hasta el 14 de junio y que es cuando se remueven todos los recuerdos. Aparte nos juntamos entre nosotros, ya como terapia de grupo, a contarnos las historias que ya las hemos contado cinco millones de veces.

 

¿Cómo cree que debería continuar la cuestión por Malvinas? 

– Yo creo que hay que retomar lo hecho por en el ‘64 por el gobierno de Arturo Illia que fue el último que consiguió una resolución favorable y al menos determinó que la cuestión Malvinas es una cuestión territorial y no una cuestión de pueblos. No es una independencia de pueblos, sino una cuestión territorial. Porque ellos podrían hoy pedir que los Kelpers se autodeterminan y hacer un país que se llame Falklands. Eso no se permite porque ya se determinó, con el canciller de don Arturo Illia y está comprobado, que es por el hundimiento de los Andes y que el mismo continente aparece de nuevo en Tierra del Fuego y se vuelve hundir y vuelve a aparecer. Es parte de la plataforma continental. El cordón sigue hasta las Sandwich del Sur.

 

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