Mirar las situaciones de violencia y caminar hacia su erradicación
Hace ya muchos años que las mujeres llegaron al fútbol. En Mendiolaza existe la división infantojuvenil y también la de adultas del Sportivo Mendiolaza y la escuela integral de fútbol de Talleres recibe niñas desde los 4 años. Sin embargo, es más reciente la lucha por erradicar la violencia de género en el deporte. Eso hace Soledad Ceballos, vecina de nuestra localidad, y coordinadora del Área de Géneros y Derechos Humanos del Club Atlético Belgrano. Una mirada más allá del fútbol, un aporte al feminismo en el deporte desde Mendiolaza
Áreas de género, una historia reciente
Soledad Ceballos, vive en Mendiolaza desde hace más de 20 años. Es comunicadora social, e hincha y socia del Club Atlético Belgrano. Su pasión por el deporte, y el amor por el club, la llevo a compartir espacio con otras socias e hinchas, con quienes ademas comparten una ideología feminista. Así en 2017 crearon la red “Belgrano Feminista”, con socias, hinchas y empleadas del club. Esta cosmovisión compartida, terminó impulsando la creación del Área de Géneros y Derechos Humanos del Club Atlético Belgrano, que se materializó en 2019.
Fiel a su historia, el club de Alberdi, fue pionero en entender que la desigualdad de género, y la violencia simbólica, no es la simple sumatoria de hechos aislados, sino que es una realidad cotidiana, que debe ser abordada. De acuerdo a la naturaleza social de los clubes deportivos, esta responsabilidad con todas las mujeres, e identidades diversas, se impone como una obligación que el momento histórico les demanda.
A nivel nacional, Vélez fue el primer club en crear un área de género, y también el primero en imponer una cláusula de comportamiento en el contrato a un jugador profesional. Así lo hizo frente a la llegada de Ricardo Centurión, quien había sido denunciado por violencia de género contra su ex pareja, años antes de llegar al fortín.
Esa cláusula establece que aquellos jugadores que estuvieren imputados en una causa judicial por violencia de género, podrán ser excluidos del plantel preventivamente hasta tanto quede esclarecida la situación judicial
Estos precedentes, sirvieron de base, para lo que luego se implementaría en Belgrano, que actualmente impone una cláusula relacionada en los contratos de todos los jugadores que arriban al Pirata. Este abordaje desde los diferentes espacios de los clubes, se ha formado a través de redes de trabajo, así lo señala Ceballos: “Establecimos diálogos y nos vinculamos con socias, hinchas, de otros clubes del país. Cada cual venía con su propio recorrido, entonces eso nos sirvió un poco de ejemplo y de espejo para poder pensar, desear y soñar que Belgrano también pudiera ser parte de eso”.
Qué son las áreas de género
Feminismo en el deporte desde Mendiolaza
El Área de Género de un club deportivo es un espacio institucional desde donde se brinda contención y acompañamiento ante casos de violencia, discriminación, abusos, acosos, o situaciones relacionadas, a raíz del género de la persona. Desde estos espacios, se articulan las medidas de acción que se deben llevar a cabo ante la presencia de estas situaciones. Los protocolos de actuación ante casos de violencias por motivos de género definen un circuito, los pasos y los mecanismos para un abordaje integral. El tipo de abordaje, dependerá de la naturaleza de la acción denunciada, pudiendo ir desde una instancia de diálogo o mediación, hasta acciones de acompañamiento en los casos que deben dar aviso a autoridades judiciales o policiales.
El club de Alberdi redactó su propio protocolo. “En Belgrano, se sigue el circuito de trabajar en una lectura de la situación para poder ver cuál es la resolución más adecuada. Se evalúa sí es necesario avanzar o echar mano sobre los organismos públicos que tienen que dar respuesta al respecto. Puede ser, desde el ministerio de las mujeres, por ejemplo, u otros organismos según corresponda. Contempla a todos los que habitan el club, en cualquiera de sus actividades» enfatiza Ceballos.
Si bien estas áreas no accionan de manera directa en casos de mayor gravedad, funcionan como un espacio de contención, que trabajan de manera permanente velando por el bienestar de todas las mujeres e identidades diversas que habitan los clubes. Es un espacio que busca producir un efecto de sentido, que sanciona y expone al violento. En este punto Soledad Ceballos destaca el trabajo en Belgrano y señala “si los jugadores firman una cláusula en sus contratos que hace referencia exactamente a las situaciones de violencia, ya estás haciendo un trabajo preventivo al menos.”
Es importante entender que el área de género no es el “lugar de las mujeres”, mientras los hombres se ocupan de los negocios de los clubes. Sino que es una forma de reconocer y entender institucionalmente, que la violencia y desigualdad en el deporte atraviesa de manera transversal la realidad de los clubes, y es obligación de estos acortar esas brechas, y velar por el bienestar de todos las personas relacionadas a la institución.
Los hechos de violencia, dejan de pertenecer a la esfera privada, como hechos aislados, y pasan a entenderse como una problemática que hace a lo cotidiano, y algo que no debe ser ignorado, o subestimado. Muchas veces las violencias se estructuran en torno de los silencios que hay entre dirigentes, jugadores, etcétera, y romper ese “pacto”, es lo que se busca. Visibilizar lo simbólico para desentrañar la violencia que subyace, es el nuevo desafío de los clubes.
En cuanto a esto, Soledad Ceballos remarca “me cuesta pensar en que de acá a un tiempo todavía haya clubes sin protocolos contra las violencias, porque me parece que va a decantar solo. La exigencia social va a estar ahí a la orden del día. Mientras los clubes estén en manos de sus socios/as, el poder del reclamo en buenos términos, la demanda en buenos términos, lo va a hacer llegar, tarde o temprano.”
La realidad en otros clubes cordobeses
Feminismo en el deporte desde Mendiolaza
Actualmente, además de Belgrano, el Club Instituto es otro club capitalino que cuenta con esta área institucional, y con su propio protocolo, adaptado a su propia realidad de club. Distinto es el caso del Club Talleres, donde se viene demandando que se actúe sobre este tema, en especial desde el movimiento feminista EMA Albiazules Feministas.
Desde la entidad de barrio jardín, aún no se ha regulado en materia de protocolos, e institucionalización de estas problemáticas. Esta demanda se vio profundizada en el año 2021, con la incorporación del jugador Diego García, en aquel entonces denunciado por abuso sexual con acceso carnal en contra de una joven en febrero de ese año. Esto activó nuevamente la discusión de la necesidad de contar en el club con criterios que aborden de manera responsable estas situaciones, y acompañen u orienten las decisiones dirigenciales.
Soledad Ceballos remarca en cuanto a la realidad del club de Alberdi, que desde la creación del protocolo se han presentado diferentes situaciones y casos, que siempre son abordados de manera específica de acuerdo a sus particularidades. También insiste en no perder de vista que muchas veces el ritmo de los clubes se va modificando todo el tiempo. “Ya sea porque hay partidos o porque se ganó o porque se perdió o porque lo que fuere, los ritmos se aceleran o se ralentizan. Pero en general me parece que cuando se piensa desde una perspectiva de género, es necesario poder darle tiempo y pensar en instancias de formación y de sensibilización para que las las transformaciones puedan ir calando”.
Feminismo en el deporte desde Mendiolaza