Gastronomía social en Mendiolaza

11 merenderos de las Sierras participaron del taller de pan dulce

Gastronomía social en Mendiolaza.

Este taller gratuito estuvo articulado junto a la Universidad Provincial de Córdoba, la Feria agroecológica de Villa Allende, Panes tradicionales Don Victor y Melina Catraro. En esta jornada participaron 32 personas de merenderos y centros vecinales del corredor de las Sierras Chicas,y se realizó el pasado miércoles en el barrio Lomas de Mendiolaza. Julio Mondino, profesor chef de la Universidad, expresó que la idea de estos talleres es trabajar siempre con la comunidad, utilizando la gastronomía como agente de cambio. 

Una tarde de panes e intercambios

Julio Mondino explicó que este taller es parte del proyecto de gastronomía social de la Universidad Provincial de Córdoba. Él detalló que ya han trabajado con comedores de distintos barrios, donde se han hecho clases con distintas temáticas para fortalecer las actividades que allí desarrollan. 

“La gastronomía social busca cómo la gastronomía afecta de manera positiva a la sociedad”, manifestó. Mondino explicó que en los comedores capacitan a la gente para que pueda ser consciente de los productos que consume y cómo mejorar su ambiente social; y de que la gente puede realizar su propia huerta y trabajar con sus propios productos. Además pueden tener una nutrición para el otro y para sí mismo mucho más completa, y que a la vez pueda servir como microemprendimiento.

Por otro lado, Bianca, del espacio Rayito de Sol de Río Ceballos, expresó su alegría por esta actividad. “Estaría bueno que sigan dando cursos y salir de lo común, del pan casero por ejemplo, y vender otras cosas- expresó Bianca- Aprender alfajores de maicena, tartas”. Rayito de Sol es un espacio comunitario que genera ingresos vendiendo distintos productos para abastecer los merenderos. 

Por su parte Celeste, del merendero Solcito de Quebrada Honda, expresó que este taller le sirvió para aprender algo más, y compartir el conocimiento con otras familias. En la misma línea, Bianca agregó que después de ese taller pueden compartir lo que aprendieron con las familias, para que puedan tener otra herramienta para generar ingresos. 

Por último Carmen Mendoza, quien participa de un espacio del Complejo Dibo, donde se entregan 30 viandas 3 veces a la semana, expresó que con lo aprendido en el taller, quizás puedan poner panes en las viandas.  

Respecto a los panes que se hicieron en el taller, a lo largo de la jornada el profesor Julio detalló algunos tips para economizar al momento de hacerlos, cuando no se cuenta con mucho presupuesto. Por ejemplo la cáscara de naranja se puede utilizar para hacer naranja confitada, las nueces y almendras se pueden reemplazar con maní y hacer garrapiñada. Incluso con jugo de naranja y azúcar impalpable se puede hacer un glasé para adornar el pan dulce, en vez de un baño de chocolate que es más caro. 

Cómo nació este taller

Melina Catraro, una de las organizadoras y vecina de barrio Lomas donde se realizó el taller, expresó que le gustaría que el proyecto de gastronomía social de la Universidad se trabaje en Mendiolaza y Sierras Chicas. 

En esta ocasión los profesores a cargo fueron el mencionado Julio Mondino y el maestro panadero Victor Lombardi de “Panes tradicionales Don Victor”, quien también es vecino de Mendiolaza. Catraro explicó que esta mirada social de la gastronomía es una mirada pensada desde todos los aspectos: abarca desde la selección de la materia prima, el origen de los productos, la producción del alimento, la identidad cultural y aprovechamiento de las riquezas locales.

“De mi parte en lo personal y social, quiero ubicarme en esa gastronomía- expresó Melina- El cuidado de qué y cómo lo comemos”. 

Asimismo, Catraro explicó que el éxito de este taller, fue la articulación con todas las partes: merenderos y comedores sociales, que son productores de alimentos, y los productores de materias primas. Por ejemplo entre los ingredientes que se utilizaron para los panes, las naranjas orgánicas fueron donadas por vecinos, al igual que nueves, y la miel también fue donada de un apicultor de Río Ceballos. Además destacó la disposición de la Universidad Provincial, de la Feria agroecológica de Villa Allende y de los profesores que aportaron su experiencia.

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