Una obra que rescata la mirada infantil sobre el destierro
Historia de un exilio narrada desde Mendiolaza
Carolina Vaca Narvaja estrenó esta semana Desde el altillo. Historia de un exilio, una obra que cuenta la experiencia del exilio en México, durante su niñez, en tiempos de la dictadura argentina. Puede verse hasta el 9 en Sindicato de Maravillas (Libertad 326, Córdoba) y se repondrá los días 1 y 2 de agosto en la misma sala.
Carolina Vaca Narvaja es actriz, directora e integrante del grupo Tres Tigres Teatros. Vive desde hace 16 años en Mendiolaza donde, entre otras cosas, impulsa la sede local del festival Señores Niños al Teatro. Un día antes del golpe de estado de 1976, cuando tenía cinco años, ella y 25 miembros de su familia tomaron la Embajada de México en Buenos Aires para pedir asilo político. Durante 10 días vivieron en el altillo de la casa del embajador hasta que pudieron partir al exilio.
Ese es el eje de la obra estrenada esta semana, creación de Carolina Vaca Narvaja y María Nella Ferrez, basada en el libro “Cono Sur” de Gustavo Vaca Narvaja.
En primera persona
“La obra cuenta de una niña de 5 años que junto a 25 miembros de su familia tienen que salir del país porque al día siguiente venía el golpe de estado y la familia ya venía siendo perseguida. Desde el altillo, Historia de un exilio es una historia autobiográfica, documental que está realizada a partir del teatro de objetos, donde confluye la narración, las sombras, objetos y elementos que tienen que ver con la historia. Y bueno, es mi historia, es la historia digamos, de la actriz que soy yo, que es quien cuenta.
Y la puesta es una puesta íntima no es para muchas personas porque es una una obra pequeña y es como invitarte al living de mi casa a contarte esta historia entonces se crea también un espacio de mucha intimidad y bueno, y eso está bueno, no es una obra para grandes escenarios ni mucho menos así que bueno, nada, invitarlos, invitarlas a que vengan, estamos ahora hasta el 9 en el sindicato de maravillas y seguramente en agosto buscaremos algún espacio para continuar haciéndola.”
Infancias truncadas por el golpe de estado
Historia de un exilio narrada desde Mendiolaza
«En relación de por qué contar esta historia y cuál es el valor, nos parece como grupo, que si bien es una historia personal, son historias colectivas. Porque esto les pasó a muchos niños y niñas en esa época, que tuvieron que dejar el país y después al tiempo tuvieron que regresar y fue un nuevo exilio. Un lugar totalmente desconocido, con otro idioma, otras formas, otra geografía.
Poner una obra que tiene que ver con la memoria, con una memoria sensible, con una mirada que ya no es una mirada desde un adulto sino que trata de rescatar esas miradas de niños y niñas, hoy si desde la adulta que yo soy. Recuperar esas voces de infancia, qué pasa con estos desarraigos, volver a contar estas historias para que no se olviden, nos parece sumamente importante volver a narrar y conta. Ese es el valor que tiene en el marco de estos 40 años de la democracia, sobre todo cuando la democracia, no se le asigna el valor que realmente tiene.
La historia de una familia y un país
«El tema nos interpela mucho con el grupo, en relación a lo que tiene que ver con identidad, con lo social. Desde hace rato estaba dando vueltas y quería contar el exilio desde la mirada de las infancias. Dimos muchas vueltas, busqué material infantil, en realidad libros que hablaban sobre los exilios y empezamos a trabajar desde ahí, pero no era eso.
Entonces me di cuenta que lo que quería contar era esta historia, que es bastante espectacular, porque cuenta de un operativo que se realizó para ingresar 26 personas, de las cuales 13 eran adultos, y 13, niños, a la Cancillería de México pidiendo el asilo político. Y ahí empieza una travesía increíble.
La historia está relatada en un libro que escribió mi tío Gustavo Vaca Narvaja, de donde nosotros rescatamos este relato, que se llama Conosur, y que lo escribió para sus sobrinos y sus hijas para lo supiéramos porque éramos muy chicos cuando sucedió. Narra la historia a partir de ese operativo, cómo se ingresa a la cancillería, cómo se vive 10 días, 26 personas en un altillo y finalmente cuando nos llega el salvoconducto y podemos viajar a la ciudad de México donde vivimos durante toda la dictadura».
La reconstrucción
Historia de un exilio narrada desde Mendiolaza
«Gustavo, siempre insistió mucho con la memoria, con escribir, con documentar y la verdad es que es de mucho valor. También tiene que ver con las familias que estuvieron acá, mi familia materna que guardó todas las cartas, guardó los cassettes que nosotros grabábamos entonces logramos recuperar esas voces de infancia en distintos tiempos y momentos del exilio y bueno, eso es invalorable también.
La verdad es que es muy conmovedor escuchar las voces. En la obra, si bien soy yo la que narro, aparecen otras voces, aparece la de Gustavo que está acompañando este relato, aparece la de María Eugenia que es su esposa, que también tiene una memoria impresionante y se acordaba de las cosas, las canciones que nosotros cantábamos en ese momento. Imagínate trece niños, el más grande de nueve años el más chico de cinco años encerrados diez días en un altillo, con trece adultos. Entonces bueno, había que inventar y rearmarse digamos hasta poder salir del país».
El altillo como espacio simbólico y escenográfico
El altillo fue como el nido, fue la casa que nos albergó, que nos protegió, que nos resguardó de lo que estaba sucediendo, entonces tiene un significado muy fuerte
Tuvimos posibilidades de poder ingresar y yo intenté hacerlo por mucho tiempo, pero recién lo logré con esta embajadora. Estuvimos ahí, sacamos fotos, estuvimos en el altillo, en el patio, recorriendo todos los espacios, charlando con la gente. La verdad es que fue un momento impresionante.
Eso es lo que ha tenido también esta obra en particular, que ha tenido un trabajo de recopilación de documentos, de archivo, de documentos también fílmicos, de grabaciones. Y en esto nos acompaño Ivana Fantin, que es historiadora y trabaja, ha trabajado mucho en relación a los derechos humanos. Entonces ella nos ayudó también a recopilar y organizar este material documental que forma parte de la obra.
Es una historia difícil y conmovedora. Van sucediendo cosas se van generando climas pero en realidad está contada totalmente desde desde un lugar muy amoroso muy poético donde aparece mucho lo metafórico, lo simbólico. Entonces, me parece que a pesar de lo trágico de la historia, hay como algo siempre esperanzador, y donde se rescata mucho también la alegría y el juego».
Historia de un exilio narrada desde Mendiolaza