La vecina de Mendiolaza que cumplió 101 años

Celia celebra la vida

La vecina de Mendiolaza que cumplió 101 años demendiolaza

«A veces me pregunto por qué vivo tanto. ¿Será porque soy muy buena o porque soy muy mala?», comenta Celia y se ríe. La vecina de Mendiolaza que cumplió 101 años, nació en provincia de Buenos Aires y desde 1990 vive en B° Los Cigarrales. Fue testigo del crecimiento de la ciudad, pasó la inundación y todavía le gusta cocinar y cuidar de las plantas.

A orillas del río

«Vinimos a vivir a la orilla del río». La vecina de Mendiolaza que cumplió 101 años 01

Celia Preve, viuda de Cortez, nació en Norberto de la Riestra, un pueblito de la provincia de Buenos Aires, el 5 de septiembre de 1923. Con sus padres y sus doce hermanos, se mudó a Pedernales. «Tomábamos leche de la vaca que teníamos, comíamos huevos de nuestras gallinas, criábamos pollos y chanchos y hacíamos el jamón, la bondiola, el queso de chancho», recuerda Celia que encuentra en esa forma de vida uno de los secretos de haber llegado a los 101 años. «Ahora la gente come mucho afuera, compra comida hecha, que no se sabe qué tiene».

La vida a llevó después a Buenos Aires, a Mendoza, a Córdoba, y finalmente a Mendiolaza.

«Yo me casé cuando tenía 20 años, y viví casi 30 años con mi marido. Mi marido falleció y quedé viuda del primer esposo. Después, siempre estuve trabajando. Trabajé en Mendoza dos años, con un médico y una psiquiatra», recuerda. También trabajó como instrumentista con un odontólogo. «Estudié, pero no pude tener un título. Hice un poco de enfermería, hice un poco de radióloga cuando trabajaba con el médico, estudié un poco de peluquería, hice un montón de cosas, pero tener título no tengo título, pero sí me gustaba mucho aprender cosas.  Cuando estaba trabajando en Mendoza, conocí a mi segundo esposo. Que falleció también, hace 10 años.»

Fue con su segundo marido, Cortez, con quien se instaló a nuestra ciudad.

«A él le gustaba mucho el río, le encantaba el agua,y buscaba una casa que estuviera cerca de donde él pudiera, ir porque le encantaba salir, ir a bañarse. Así  encontramos una casa acá en Mediolaza y vinimos a vivir a la orilla del río. Acá, llevabamos los catres y nos tirábamos a tomar mate».

Ese mismo río en 2015 creció hasta alcanzar un metro de altura en su casa. Celia y una amiga lograron subir al techo del auto que estaba estacionado en el garage y ahi esperaron casi 10 horas hasta que los bomberos las rescataron. «Pasé mucho miedo y el auto se movía, por suerte la puerta estaba cerrada porque si no podría haber arrastrado el auto a la calle y quién sabe a dónde me lleva». Uno de sus perros se ahogó y su casa todavía tiene huellas de aquella tragedia. Pero  ella prefiere recordar que alumnos de un colegio de Córdoba ayudaron a su familia a limpiar su casa, y que la municipalidad les acercó comida todos los días. » Se portaron todos muy bien conmigo, yo soy muy agradecida».

 

La vida en Mendiolaza

«Me levanto, tomo sol, me gusta cocinar y me gustan las plantas, las flores.». La vecina de Mendiolaza que cumplió 101 años

«Para mi ha progresado mucho», reflexiona Celia pensando en la Mendiolaza a la que llegó y la que ve ahora. «En esta cuadra casi no había casas, y era más bien pobre. El polideportivo no estaba y el dispensario que era una piecita sola, ahora parece una clínica».

«Tengo mis vecinos que son un amor, me llevo bien con todos los vecinos pero no soy de estar mucho,soy muy casera. Tengo muchas señoras amigas de acá, del Centro Jubilados, Gaspar Correa es mi amigo de corazón – comenta sobre su día a día – Ahora no hago nada. Me levanto, tomo sol, me gusta cocinar y me gustan las plantas, las flores. Lo que no me gusta, lo que menos me gusta es estar adentro, a mí me gusta tomar aire».

Cuidada por Lourdes, acompañada por su hijo del corazón y los hijos de su marido que la visitan y la sacan a pasear, Celia celebra la vida.

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Un comentario

  1. Melina Catraro

    Gracias por adjuntar los vídeos que dan gusto escuchar. Excelente la nota.

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