La huella del pasado entre nosotros
El sábado 14 de diciembre, en la Plaza del Algarrobo en B° Centro, se realizará la primera Marca de Memoria en Mendiolaza. Las Marcas de Memoria son recordatorios en espacios públicos que homenajean a las personas secuestradas, torturadas y ejecutadas por las fuerzas represivas del Estado Terrorista entre 1969 y 1983. Alberto Burnichón, editor e impulsor de la literatura de su tiempo, fue asesinado y su cuerpo fue arrojado a un aljibe de Mendiolaza el 27 de marzo de 1976.
Quién fue Alberto Burnichón
Alberto nació el 14 de febrero de 1918 en Tigre, provincia de Buenos Aires. Fue el único varón de tres hermanos. Cuando tenía 2 años quedó huérfano de su padre, creció con sus dos hermanas, su madre y una tía. Fue subteniente de reserva en el servicio militar obligatorio hasta que le dieron de baja. Vivió un tiempo en Córdoba, donde estudió dos años de la carrera de Astronomía en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) también vivió en Formosa para luego mudarse a Tucumán. Allí conoció a grandes artistas, ejerció como titiritero, fundó y dirigió el primer grupo de Teatro Universitario en la Universidad de Tucumán y junto a un grupo de artistas, poetas, escritores, dramaturgos, escultores, crearon «La Carpa», un colectivo cultural multidisciplinario, que años después devino en su primer sello editorial.
Por esos años conoció a María Saleme, se casaron y juntos fueron padres de cuatro hijos: Moro, Soledad, Maorí y David. Por trabajo decidieron mudarse a Buenos Aires hasta el año 1956, cuando a María le ofrecieron el cargo de directora del Colegio Garzón Agulla. Ese año se mudaron para vivir en Córdoba.
A partir de los primeros años de 1950 comenzó a trabajar como editor. Su primera edición fue los poemas de Manuel Castilla, desde «La Carpa ediciones». Luego en 1952 publicó un primer ensayo político de Ezequiel Martínez Estrada. Por su trabajo y activismo cultural fue amigo ,entre tantos otros, de Héctor Oesterheld, Juan Gelman, y Eduardo Galeano.
Fue secuestrado en los primeros minutos del 24 de marzo de 1976 de su casa, en barrio Villa Rivera Indarte, junto a su esposa, sus hijos David y Soledad, su nuera Beatriz Montenegro y dos nietos de Alberto. La vivienda fue saqueada y luego incendiada. María, Soledad, Beatriz y los dos niños de tres y dos años, fueron liberados en la vía pública. Alberto y su hijo David permanecieron cautivos en el centro clandestino de detención «Campo de La Ribera». Fue asesinado, su cuerpo fue arrojado a un aljibe de Mendiolaza el 27 de marzo de 1976 y fue hallado con siete heridas de bala en la garganta. Su familia pudo recuperar sus restos. Tenía 58 años.
Qué son las Marcas de Memoria
Son espacios que homenajean a las personas secuestradas, torturadas y ejecutadas por las fuerzas represivas del Estado Terrorista entre 1969 y 1983. Las Marcas se colocan, en todo el país, en lugares en los que se produjeron los secuestros o en puntos significativos en la historia personal de la víctima.
Estas huellas son una manera simbólica de devolver parte de la identidad individual a cada uno de los desaparecidos, a sus familiares y a la sociedad cordobesa, teniéndolos permanentemente presentes en el espacio público. Estas marcas en la vía pública, buscan transformar el espacio en un lugar de memoria, permitiendo que las personas reflexionen desde el presente sobre el pasado, forjando un proyecto conjunto para el futuro.
En Argentina también existen los Sitios de Memoria, que son lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención o donde sucedieron hechos vinculados al accionar terrorista del Estado. El Archivo Nacional de la Memoria (ANM), institución que preserva la documentación sobre violaciones de los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), es el encargado de recopilar toda la información relacionada.
Pasado y presente en Mendiolaza
Leandro Ramallo, es vecino del Talar desde el año 2013, y colabora activamente con la Comisión de la Memoria en Mendiolaza. Su historia familiar, es también parte de los motivos de su militancia. En este sentido Leandro relata “Tengo a mi tío, Gabriel Sarralde, asesinado el 23/08/75 por la policía. Él era Inspector Municipal de la Municipalidad de Córdoba y también delegado. Junto con otros compañeros querían recuperar el sindicato. Muchos de sus compañeros también fueron asesinados o están desaparecidos. Él, además era militante del brazo político de Montoneros. La versión oficial de la policía y que se publicó en los diarios de la época es que fue asesinado en un enfrentamiento en la zona del Paseo Sobremonte, sin embargo hay testimonios que lo ubican en el ex D2. Por tanto creemos que fue secuestrado y asesinado ahí mismo”.
Sobre Alberto Burnichón, Ramallo señala “Gracias a la articulación con instituciones públicas y la participación de vecinos y vecinas, surgió la información de la aparición del cuerpo de Alberto Burnichon en Mendiolaza días después del Golpe de Estado. A raíz de esto, surgió la idea de hacer una Marca de Memoria en nuestra localidad, recordando a Alberto y poniendo de relieve que el terrorismo de Estado también pasó por Mendiolaza.”
La actividad promovida por la Comisión de la Memoria de Mendiolaza viene a mantener vivo el hecho de que el terrorismo de Estado alcanzó todos los rincones del país. En tiempos donde se cuestiona la historia misma, y reina un cierto negacionismo, actividades como la propuesta, mantienen con vida la historia de las víctimas y sus familiares.
En el último año se han desarmado décadas de políticas de derechos humanos en Argentina. Entre los hechos más cuestionados a nivel nacional, e internacional, fue la visita de diputados de La Libertad Avanza, a represores presos por crímenes durante la dictadura, lo que se suma a medidas y discursos del Gobierno que atentan contra el proceso de memoria, verdad y justicia vigente desde la restauración de la democracia.
Sobre esto Ramallo reflexiona “Yo, más allá de tener un tío asesinado y sentir familiarmente su ausencia, abrazo y me parece muy esclarecedora la frase acuñada hace unos años por la Mesa de DDHH: «Los desaparecidos nos faltan a todos». Considero que esta marca, cómo muchas otras, pone de relieve la ausencia y la falta que nos hacen social, política y culturalmente. En este caso es Alberto, un editor muy comprometido y el golpe que fue para la cultura escrita su desaparición y posterior asesinato. Ésta marca busca también irrumpir el espacio público llamando a la reflexión desde el presente sobre nuestro pasado, sacudir la memoria en un momento en qué se busca el olvido y se avivan viejos fantasmas negacionistas.”
Las actividades
Las actividades de homenaje a Burnichón comenzaron en septiembre, con una visita guiada al Campo de la Ribera, lugar donde estuvo detenido desaparecido Alberto, y en octubre la Comisión participó en la entrega del Premio Alberto Burnichón en la Feria del Libro de Córdoba, contando e invitando a la marca de Memoria.
El sábado 30 de noviembre a bautizó con su nombre la sala de lectura de la Biblioteca Popular Sayana.
El cronograma culminará el 14 de diciembre ,con la realización de la Marca de Memoria en la Plaza del Algarrobo.