Última actualización: marzo 3rd, 2023 - 03:19 pm
Herramientas y reflexiones en torno a la violencia institucional
Mendiolaza: la juventud se volvió a convocar.
El último sábado se realizó en nuestro portal el segundo conversatorio joven que contó con la presencia de Claudio Orosz, abogado egresado de la UNC, especialista en derecho penal, miembro de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, quien además se desempeño como abogado querellante en el Megajuicio de la Perla. Junto a Orosz estuvo participando la Doctora Natalia Lezcano, abogada litigante y mamá de Sol Vignolo, una de las víctimas del crimen de circunvalación. A lo largo de la jornada los mas de 25 jóvenes pudieron relatar situaciones, consultar dudas y debatir en torno a posibles cambios. Podes ver la jornada completa en nuestro canal de Youtube, o a través del siguiente enlace.
La violencia intrínseca en la sociedad
Orosz comenzó aclarando que son pocas las herramientas con las que se cuenta para defenderse ante un caso de abuso policial. “En el sistema de control social de la provincia la palabra del policía es palabra santa”- comentó Orosz- “Es como que se invierte el principio constitucional de que todos somos inocentes hasta que se prueba lo contrario”.
Como miembro de la Comisión, Orosz detalló que hay un montón de violaciones a los derechos humanos en lo cotidiano. “Ahora con la administración de la secretaría hemos empezado a ocuparnos de la violencia institucional”, expresó, aunque aclaró que él prefiere nombrarla “violencia estatal”.
Algo que resaltó Orosz a lo largo de la tarde, es que el derecho es el mejor sistema de control social. “Es muy difícil luchar contra esto, porque hay que desnudarlo como es: valores que le importan a una clase social, para que no jodamos los privilegios de algunos”.
Para Orosz, desde un punto de vista policial, la formación que reciben las fuerzas armadas lleva a la represión como forma de control social. Aunque supuestamente ven derechos humanos en la carrera, en la práctica sucede otra cosa. “El cambio tiene que ser muy profundo, y la sanción tiene que subir hacia los jefes sino esto no va a cambiar nunca”, afirmó.
Sin dudarlo, Orosz afirmó: “Nosotros hemos empezado a hablar de que en Córdoba hay un plan sistemático y deliberado de control social sobre la juventud que incluso incluye la muerte”. Pero, ¿por qué ese ensañamiento sobre la juventud? Fue una de las dudas que recorrió el conversatorio.
El miedo a la juventud
Según Claudio, siempre que se vive en un sistema económico, social y cultural hay alguien que domina y otro dominado; y aunque la forma en que se domina puede tener características democráticas, no deja de ser dominación.
Es en ese punto donde la juventud junto al obrero se convierten en 2 actores a temer por el poder de turno: los momentos más peligrosos para el poder en la Argentina se dieron a fines de 1960 y principios de 1970 en 3 lugares claves del país: Córdoba, Tucuman y Jujuy; lugares en los que se produjeron la unidad obrera estudiantil, detalló Orosz.
Ante este panorama, surgia la duda entre los jóvenes: ¿Qué debe suceder para que haya un cambio?. Natalia Lezcano respondió ante eso que lo que cambia las estructuras es la tensión. “Ninguna conquista ha sido entregada del poder, ha sido ganada de luchas- expresó Lezcano- Cada posibilidad que se nos abre es tomar conciencia y hacerla sentir en la calle y la sociedad va a formar parte de esto”. Por su parte, Orosz insistió en la necesidad de que los jóvenes se organicen y exijan cambios.
Mendiolaza: la juventud se volvió a convocar.
Por último, aunque comenzó aclarando que son pocas las herramientas con las que cuentan los jóvenes para defenderse; Orosz explicó que desde la Secretaría cuentan con un número para que en casos en que los jóvenes sufren violencia institucional, puedan enviar un mensaje, foto o grabación. Así, desde la mesa les gestionaran un abogado de manera urgente para buscar resolver la situación. El numero para comunicarse es +5491122540635.
Además, tanto Orosz como Lezcano resaltaron que siempre tienen el derecho de filmar a la policía ya que son funcionarios públicos. Además tienen la obligación de identificarse, y aunque los civiles también tienen la obligación de identificarse, en teoría con solo decir el nombre completo o DNI sería suficiente. Aun así la práctica demuestra que siempre se pide mostrar el documento.