Perspectivas generacionales al pensar Mendiolaza

Ordenamiento Territorial Participativo

La accesibilidad es un punto neurálgico para los derechos

El aporte de Susana Andrada

Perspectivas generacionales al pensar Mendiolaza demendiolaza

El Ordenamiento Territorial Participativo continúa a paso firme, y se avecinan las reuniones en los diferentes barrios para acercar las problemáticas particulares de cada sector. Susana Andrada, es trabajadora social, titular de la Cátedra de Trabajo Social y Comunitario de la Carrera de Trabajo Social de la UNC y vecina de B° Valle del Sol. Ha participado de manera activa en las reuniones de los vecinos, aportando su experiencia en diferentes territorios relacionado a los conocimientos de su profesión. Desde su saber específico asegura que deben tenerse en cuenta las perspectivas generacionales al pensar Mendiolaza.

OT y OTP

Ordenamiento Territorial (OT) y Ordenamiento Territorial Participativo (OTP) son dos expresiones que, aunque se refieren al mismo tema identifican diferentes ámbitos de la realidad en Mendiolaza.

El Ordenamiento Territorial es el proyecto impulsado desde el actual gobierno municipal y encabezado por el Departamento Ejecutivo. En diciembre se aprobó la decisión de su realización y se estableció un plazo para la elaboración del anteproyecto de seis meses. A los seis meses, el plazo se postergó y prácticamente lo único que se conoce sobre la evolución del trabajo es que se ha realizado un diagnóstico. Por ahora, la única instancia de participación prevista es la realización en la primera etapa de, al menos, una reunión por grupos de barrios que comparten límites o problemáticas.

El Ordenamiento Territorial Participativo es un proyecto impulsado por Iniciativa Popular, firmada por cientos de vecinos, presentado a fines de la gestión anterior. El proyecto nunca fue tratado en el Concejo Deliberante. El grupo impulsor de la Iniciativa, junto a instituciones no gubernamentales, comisiones vecinales y vecinos independientes están trabajando desde hace meses en organizar la participación. Jueves de por medio se reúnen en el cuartel de bomberos para intercambiar información, debatir las problemáticas de la ciudad y proyectar la tarea de difusión en los barrios. Han solicitado reiteradamente reuniones con el DEM para interiorizarse de los avances del proyecto oficial, pero aún no han tenido respuesta.  

La problemática del crecimiento urbano

Susana Andrada forma parte del grupo de vecinos que trabajan por el Ordenamiento Territorial Participativo. Según ella, el crecimiento de la ciudad en las últimas dos décadas ha generado dificultades significativas en la circulación y el acceso a servicios debido a una planificación insuficiente.

«Lo que ha generado es mucha dificultad, sobre todo en la circulación y en el acceso a algunos servicios. Como que no ha habido la suficiente planificación – señala – Lo que nosotros notamos como grupo de vecinos y vecinas es que la ciudad ha tenido un crecimiento que ha estado más vinculado, sobre todo en algún momento, a los intereses inmobiliarios, de cómo ir generando ganancia en torno a la tierra. Los barrios cerrados dan cuenta de esto, que son espacios que se construyen para generar una renta alta y que van generando una ciudad muy desigual también.”

Experiencia en diagnósticos territoriales

«Mientras los adultos se enfocan en vulneraciones profundas, los niños y jóvenes destacan necesidades más inmediatas». Perspectivas generacionales al pensar Mendiolaza

Con una amplia experiencia en diagnósticos territoriales en Córdoba, Andrada explicó cómo estos estudios han revelado la influencia crucial del territorio en la realización de derechos básicos. «En los diagnósticos con niños y jóvenes aparece muy claro el territorio, porque el espacio que habitan puede permitir o puede estar vulnerando el derecho», comentó. “Participé como docente de la Facultad de Ciencias Sociales, en un equipo interdisciplinario que en ese momento conformó la Universidad Nacional para un proyecto de fortalecimiento de los consejos comunitarios de niñez de la ciudad de Córdoba. Y nosotros, en ese proyecto de fortalecimiento, planteamos y llevamos adelante un diagnóstico participativo. El diagnóstico participativo se realizaba en las redes de trabajo de cada uno de los espacios de los consejos comunitarios de niñez de todos los CPC . Participaron adultos y además construimos y diseñamos espacios de participación con niños y jóvenes” agrega sobre su experiencia en trabajos de campo, con participación comunitaria.

También resalta cómo las perspectivas generacionales varían. Mientras los adultos se enfocan en vulneraciones profundas como situaciones de violencia o salud, los niños y jóvenes destacan necesidades más inmediatas, como la calidad de los espacios de juego y recreación.

«La accesibilidad es un punto neurálgico para los derechos. Y algo que fue muy llamativo en esa experiencia es que los niños y los jóvenes señalaban situaciones de vulneración de derechos, necesidades o deseos que tenían respecto a algunas cuestiones vinculadas al hábitat que para los adultos habían sido pasadas por alto. El reclamo por las plazas, las veredas y el tránsito que había en las calles fue algo que apareció en todos los lugares donde hicimos este diagnóstico», detalló.

Transparencia y participación efectiva

Sobre la decisión del municipio de llevar a cabo reuniones por grupos de barrios para discutir el ordenamiento territorial, Andrada considera que una sola reunión no es suficiente. «Yo he estado en espacios donde se han hecho diagnósticos territoriales, incluso con niñas y jóvenes, y la verdad que una reunión no alcanza y menos como está pensada», afirmó.

Además, subrayó la importancia de un diálogo más amplio y efectivo, mencionando que en su experiencia, tanto los barrios cerrados como abiertos comparten preocupaciones comunes, como la falta de servicios educativos y la problemática del agua. “Nosotros lo que deducimos de eso es que no hay una intención concreta y efectiva de que se participe. O se desconoce cuál es la forma de la participación ciudadana, que es otra posibilidad. De creer que en una reunión cuatro barrios van a poder realizar un diagnóstico que trascienda la queja de las cosas cotidianas y que se pongan a pensar en el futuro de la ciudad y cuáles son las proyecciones en relación a la zonificación, en relación a la circulación o a los servicios que tienen que estar disponibles”, enfatizó.

En cuanto al diagnóstico previo realizado por el municipio, que aún no ha sido compartido con la comunidad refiriò «No tenemos conocimiento del diagnóstico. No lo han difundido, no lo han dado a conocer». También subrayó la necesidad de mecanismos más efectivos y participativos para discutir y planificar el ordenamiento territorial, sugiriendo que se debe permitir que todos los vecinos contribuyan a la definición de los espacios públicos y su uso. Finalmente concluyó resaltando la importancia de la participación comunitaria en la planificación urbana para asegurar que el crecimiento de la ciudad beneficie a todos sus habitantes de manera equitativa.

Asociación y asambleas

Las reuniones de OTP ocurren jueves de por medio en el cuartel de Bomberos. La próxima será el 1 de agosto. Perspectivas generacionales al pensar Mendiolaza

El grupo de vecinos que vienen trabajando sobre el Ordenamiento Territorial Participativo se ha planteado la posibilidad de constituirse como una asociación, delineando de esta forma su misión y visión.

Sobre esto Andrada comenta: “Como grupo decidimos formalizar un espacio de participación para los vecinos y las vecinas y también otras organizaciones que quisieran informarse sobre el ordenamiento territorial y construir un diagnóstico colectivo que nos permita pensar la ciudad, cómo está, qué cuestiones hoy no están haciendo de la ciudad un lugar habitable o con dificultades. Para construir ahí la habitabilidad y también pensar el futuro, cómo queremos que siga creciendo Mendiolaza. Porque hay tensiones en relación a los intereses que pueden tener distintos grupos sobre cómo llevar adelante el desarrollo de la ciudad.”

En cuanto a la posibilidad de constituirse en una asociacion civil, u otra forma de organización formal o con estatus jurídico, Andrada señala “nosotros más que pensar en la formalidad de una asociación, estamos pensando en que el espacio de vecinos y vecinas se constituya en un actor, con una voz, para poder participar activamente y de manera colectiva en el ordenamiento territorial. La forma que va a tener ese espacio asociativo no sería formal, pero sí tendría como un modo de organización que permite la participación fluida, horizontal”

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