Una tradición que genera malestar
Pirotecnia en Mendiolaza.
Pese a las prohibiciones que rigen en la localidad, en las fiestas algunos vecinos aún continúan utilizando pirotecnia para celebrar la llegada de Navidad y Año Nuevo. Además del estrés y malestar que genera para las mascotas y personas con TEA (trastorno del espectro autista); la fauna silvestre también se ve afectada por el uso de pirotecnia. “Si hacemos un paneo de nuestro alrededor ya te das cuenta que no está siendo bueno y que es nocivo”, expresó Guillermo Galliano fundador de la Fundación Mil Aves, quien ademas es fotógrafo y ornitólogo.
Costumbres que se apagan de a poco
Aunque en el tiempo esta tradición de usar pirotecnia o tirar fuegos artificiales a las 00:00 ha ido disminuyendo, todavía quedan restos de esa costumbre en algunos vecinos. Quizás no son muchos pero sí suficientes para que todos los años muchas mascotas se pierdan atemorizadas, algunas personas con autismo se estresen (sufriendo ataques e incluso convulsiones en algunos casos) y también nuestra fauna silvestre se vea afectada desfavorablemente.
“Los sentidos de los animales no son como los nuestros, son muchísimos más agudos”, explicó Galliano. “Por ejemplo, las corzuelas escuchan apenas el crujir de un pasto cuando el puma se acerca- comentó- Imaginate lo que puede incidir la pirotecnia en ellos, huyen despavoridos”.
Por esa razón, Guillermo expresó que el no utilizar pirotecnia es una cuestión de sentido común; ya que con solo observar como afecta a mascotas y algunas personas es visible que es nocivo. “Es una tradición totalmente obsoleta y que algunos ineptos, ignorantes y transgresores de la ley la siguen utilizando”, expresó Galliano.
Por lo general al estar expuestos al sonido y no poder taparse los oídos, las mascotas y animales silvestres buscan alejarse del sonido; huyendo y perdiéndose de sus hogares o hábitats.
Tips para cuidar tus mascotas
Lo más importante es que tanto perros como gatos cuenten con una chapa identificatoria en caso de extraviarse. No se recomienda que estén atados, ya que al desesperarse por los ruidos fuertes pueden ahorcarse.
En lo posible deben estar en un lugar cerrado, que los aísle del sonido y con música fuerte. Además el lugar debe estar despejado de objetos filosos con los que pueda lastimarse, y las puertas y ventanas deben estar cerradas para evitar que se escapen. Vale recordar que deben contar con agua para tomar.
Por último, también se recomienda que ese día los perros den un paseo para que puedan cansarse y llegar menos tensos a la noche. En caso de utilizar sedantes como gotas, es necesario consultar con tu veterinario acerca del uso y la cantidad.