Podemos cambiar la sociedad
Graciela Álvarez y Bibiana Fulchieri presentaron el jueves el libro sobre la escuela de Mendiolaza. Repasa la historia de los 100 años la institución y también la de la ciudad a través de testimonios, fotografías y documentos. Pero sobre todo subraya el rol de la escuela Domingo Faustino Sarmiento como epicentro de la trama social. La obra recoge testimonios de cinco de las primeras familias que se asentaron a principios de siglo en Mendiolaza y también sobre quienes trabajaron en el establecimiento. Las autoras donaron sus derechos y la recaudación por la venta será a beneficio de la escuela
Nace una idea
La autora de los textos del libro es Graciela Álvarez, que además de docente y comunicadora, es vicedirectora de la escuela. Durante la presentación se refirió a las razones que dieron origen al libro.
«Una de las ideas más importantes fue la relación de pertenencia que las docentes y los docentes, establecen con la escuela. Una vez que llegan a esta escuela no se van. En muy poquitos casos e incluso se han ido, por alguna circunstancia pero todavía se consideran que son de esta escuela. Están en el libro presente y lo dicen,.
La otra cuestión fue la convocatoria que siempre tenemos con los vecinos y con las familias. Siempre todo lo que pedimos, todo lo que buscamos, todo lo que hacemos o cuando vamos por los negocios a pedir ayuda, lo que sea para la escuela, siempre hemos sido bien recibidas. Entonces todo eso fue lo que en principio nos llevó a esto.
Y bueno, yo particularmente como docente y como comunicadora, una de las cuestiones que tiene que ver con la escuela directamente, fue que hay un pedagogo muy famoso y conocido, de él tomé algunas ideas, que es Vygotski. No solamente nos enseñó mucho sobre pedagogía, sino que él dice que la escuela es un lugar de transformación. Y yo considero eso, que en esta escuela, como en muchas otras, se puede cambiar. No es un lugar donde se repite, como loro, sino si podemos cambiar. Y como podemos cambiar la escuela, podemos cambiar la sociedad. Entonces yo pensé, si esta escuela ha hecho este camino, este trayecto, merece que quede escrito en algún lado.»
El resultado de un encuentro
Por su parte, Bibiana Fulchieri, responsable de la fotografía y la coordinación general, además de referirse a la razones, relató el momento del encuentro con Graciela.
«Mi gran pasión es hacer libros, no por hacer libros, sino hacer libros que sean, celebran las memorias. Me parece absolutamente fundamental. Desde que empecé a trabajar hace 40 años, casi todos mis trabajos, casi todos mis libros tienen esta impronta. La de la necesidad de trabajar las memorias, de que esas memorias que circulan, y que van mutando, y que se van contando de distintas maneras, y que no están en un lugar donde se pueda recurrir a constatarlas. Y también los relatos de los lugares.
Por eso me emociona mucho porque me parece que no hay mejor escritura, no hay mejor registro de la historia sino a partir de las voces de los protagonistas de esa historia. No hay que esperar que vengan historiadores de afuera, o periodistas, o quien sea, a escribir la historia de un lugar. Se podría haber contratado a algún historiador o periodista para que venga a escribir los cien años de este lugar, pero me parece que la riqueza, la textura emocional que tiene este libro es porque fueron experiencias muy conmovedoras, muy íntimas. La gente demostraba felicidad y mucho agradecimiento y porque no sentían que fueran importantes dentro de los cien años de la escuela. Les parecía que podían ser otras las personas importantes. Y después se dieron cuenta que de la historia son ellos. Somos todos, por supuesto, pero que con esas vivencias se fueron haciendo unos 100 años».
«Graciela me llama el mayo del año pasado por teléfono. Yo no la conocía, aunque posiblemente sí la he visto con su guardapolvo, y he venido a hacer varias notas a la escuela. Me llamó y me dijo: ‘Mirá, necesito hablar con vos, porque quiero hacer un libro sobre los 100 años de la escuela’. Yo le dije ‘Mirá, no es fácil hacer un libro… en este momento yo estoy haciendo otros libros… con muchas actividades – relató Bibiana sobre la primera cita – ‘Yo voy 10 minutos a las cinco de la tarde. Voy a tomar un vaso de agua y nada más. Te cuento rápido y me voy’. Eso fue a las cinco de la tarde y eran las nueve y media de la noche y nos estábamos despidiendo en la puerta, abrazadas, llorando las dos, y pensando cómo iba a ser y qué se iba a hacer con el dinero que se obtuviera de la venta del libro.»
Una institución
Ilustración de Eduardo Hennings incluida en Escuela Primaria Domingo F. Sarmiento. Primera institución de Mendiolaza. Presentaron el libro sobre escuela de Mendiolaza
Escuela Primaria Domingo F. Sarmiento. Primera institución de Mendiolaza, el título del libro subraya el lugar que ocupa la escuela en la mirada de las autoras
«La escuela es el corazón de Mendiolaza, es donde nacieron tramas sociales y culturales. La gente que vivía acá, en chacras muy precarias, antes de pedir otras mejoras, pedía a gritos una escuela. Y, bueno, le hacía la cuenta maravillosamente bien lo que fue construir esta escuela. Fue una escuela construida por las manos de los padres de esos alumnos que estuvieron mucho tiempo yendo y viniendo de Villa Allende a Mediolaza – relató Bibiana – Me conmovió profundamente cómo la escuela era, durante mucho tiempo, lo único. Me conmovió cómo Graciela escribió, y por eso también el libro se llama Primera Institución de Mediolaza, cómo introduce esas historias amalgamadas con algo muy, pero muy importante, ¿Qué es una institución? ¿Qué es el valor de una institución? ¿Qué rol juega la institución en las tramas sociales? ¿Qué rol juega la institución cuando nace un lugar que no sabía que se iba a convertir en lo que es? Bueno, eso me encantó».
«Lo más importante acá es que el nacimiento de esto tuvo que ver con un grupo de vecinos y vecinas que la intención era la educación de sus hijos e hijas. – dijo Graciela sobre el mismo tema – Porque tiene una fundación, ahora en papel que dice 1903, y ya en 1914 tenemos una escuela. Esa vecindad, por más pequeña que era, tenía una necesidad enorme de tener educación, de tener educación formal.
La tapa, la fiesta
«Para mí siempre la escuela tiene que ver con la esperanza – contó Bibiana – Graciela fue a casa con una maleta enorme de fotos. Y ahí me metí, esas fotos me fueron moviendo una cantidad de cosas también, y me quedé con esta foto que dejé para tapa porque verdaderamente era una foto de una película de ciencia ficción, porque esta era toda la comunidad educativa que había en el ’26, fue tres años después que se formaron. Y la fotografía está muy dañada, pero se ve en su contorno que todo lo demás es desierto, y se ve a los chicos, a las chicas, a sus maestras, ataviadas con la ropa del 25 de mayo. ¡Y esto me parece algo tan simbólico! Porque se festeja el 25 de mayo en el medio de la nada, creyendo en esta institución, y era la primera vez que se festejaba una fiesta patria con una ropa que tenga que ver con esta efeméride».
«Una comunidad activa, unida es algo indestructible. Yo creo en esa comunidad activa y unida por un objetivo común, absolutamente superador de cuestiones», concluyó Bibiana»
El acto
Presentaron el libro sobre escuela de Mendiolaza
La presentación se realizó el viernes en la misma escuela Sarmiento. El acto fue introducido por la Directora de la institución, Silvia Corzo, y el intendente Daniel Salibi también hizo uso de la palabra.
A continuación, el dúo integrado por Alejandro Pittis y Carlos Mozetic, quienes interpretaron Carta a Perdiguero, la canción de Albérico Mancilla que describe el paisaje de Mendiolaza.
Marcela Alcalde realizó la moderación de la mesa en la que Graciela y Bibiana relataron la experiencia y reflexionaron sobra la importancia del libro.
Demendiolaza realizó la transmisión en vivo a través de su cuenta de Facebook, donde estará disponible por 30 días. También puede verse en su canal de YouTube