Luego de los arreglos se planea abrir el espacio para la comunidad del Talar
Qué sucedió con la parroquia de Mendiolaza.
Durante el 2020, y luego de un sismo, la capilla del Talar fue encontrada con grietas que peligraba la estabilidad de su obra. Aunque aún no está definido el origen de dicho problema, a través de una prueba hidráulica se espera averiguarlo para comenzar las reparaciones. Mientras tanto, algunos espacios y actividades debieron verse suspendidos.
Como se continuara
Con aporte del municipio, y con las obras de reparación a cargo del vecino de la zona, Hector Barasotto, primero se comenzará con una prueba hidráulica en la base de la parroquia. Aparentemente, una pérdida pudo haber ocasionado las grietas y consecuente deterioro en la parroquia.
Marta, una de las vecinas de la comisión a cargo, recuerda que aunque la parroquia siempre tuvo problemas de humedad; fue luego del sismo que la encontró con las grietas, por eso se sospecha que ese movimiento pudo haber ocasionado los problemas.
Mientras tanto, las actividades que se hacían en las aulas de atrás se suspendieron, ya que esas aulas quedaron clausuradas. En esos espacios se dictaba catequesis, talleres bíblicos, talleres de tejido e incluso había proyectos para dar clases allí.
Por el momento, solo se están dictando las clases de catequesis, y en la parroquia. En la capilla ya hay una pared rajada, parte del techo dañado, al igual que el piso; pero se sigue realizando la catequesis ya que les han dicho que no hay peligro en la capilla propiamente dicha, explicó Barbara, otra de las vecinas que forman parte de la comisión.
Cuándo y cómo surgió la capilla
La municipalidad de Mendiolaza donó el terreno al Arzobispado de Córdoba el 19 de febrero de 1999. Luego, con la llegada del padre Luis Almada, se empieza a dar misa en el terreno, debajo de un árbol durante los años 2003 y 2004. Es cuando Almada cobra una herencia familiar, que construye la Capilla del Talar, que se llama Capilla del Señor.
En el 2005 se realiza la construcción, y en diciembre el Monseñor Carlos Ñañez, el arzobispo de Córdoba de ese momento, inaugura la capilla. Así comenzaron a celebrarse misas, catequesis, sacramentos, bautismos y casamientos. En el 2017 Almada se quiebra la cadera debido a una caída, y desde entonces se encuentra en el Hogar San Camilo.
En la actualidad ya no se realizan bautismos, por los problemas edilicios que viene sufriendo el espacio. Sin embargo, Marta expresó que espera que luego de los arreglos, la capilla se abra a la comunidad para ser un lugar de encuentro para las personas, sin importar su religión; y así poder brindar un servicio a la comunidad.