Restauración del bosque en Mendiolaza

Una propuesta ante la ampliación de Q2

Restauración del bosque en Mendiolaza. Imagen satelital 20 04 23

El proyecto de ampliación del barrio cerrado Q2 en terrenos catalogados como zona roja en la Ley de Bosques abrió el debate sobre el destino de esas tierras. El oficialismo insiste en el tratamiento del proyecto durante el actual período legislativo. Los ambientalistas proponen la restauración del bosque en Mendiolaza.

El oficialismo insiste

Concejo Deliberante de Mendiolaza. Trabajjo en comisión sobre proyecto de ampliación de Q2

Pese a que el tema no estaba incluido en los temas acordados en la reunión de trabajo en comisión del jueves pasado, el proyecto volvió a estar en debate. La Presidenta del cuerpo, María Amelia Giménez, presentó el informe enviado por la empresa desarrollista y remarcó la necsidad de dar tratamiento al tema durante el actual período de sesiones.

En la reunión del jueves 21, a la que asistieron vecino y el Ing. Chavarría en representación de la empresa, se propuso que se postergase la cuestión para que la definiese la próxima gestión en el marco de una planificación general del territorio. Pero fue nuevamente planteada este jueves. Según relató Giménez, los mismos desarrollistas «Me pidieron que ellos necesitarían que nosotros le diéramos tratamiento al tema».

La premura en el tratamiento se relaciona con «los múltiples trámites que lleva tramitaciones habilitaciones y demás». Sobre la posibilidad de esperar a la próxima gestión, se subrayó que eso implicaría seis meses más y que «para un proyecto de esta envergadura es muchísimo».

«Entonces, creo que con la responsabilidad que nos cabe como concejales que estamos en ejercicio de nuestras funciones, ante un planteo de un particular que nos pide que atendamos un proyecto que está presentando, tenemos que atenderlo. Independientemente de que lo aprobemos», sostuvo la Presidenta. También aseguró que no se tratará el próximo lunes.

Además, informó que ella y el concejal Nicolo visitaron el predio. «Estuvimos presentes conociendo cuál sería el espacio de ampliación. Estuvimos viendo los siempreverdes y las acacias, como para informarnos in situ».

Son, precisamente, los siempreverdes y las acacias, que han invadido el bosque nativo existente en el lugar, lo que se argumenta para eximir esos terrenos de la categorización de zona roja.

Un bosque invadido

La proliferación tanto de la acacia negra como de siempreverde, en todo el territorio de las sierras es en primer lugar, una invasión antrópica, es decir traída por el hombre.

“Básicamente el humano lleva y trae plantas sin tener en cuenta un estudio previo, y básicamente teniendo en cuenta sus propias necesidades o sus gustos”, explica Leticia Sánchez, bióloga y vecina de B° El Talar. Además de ser muy invasoras y que se encuentran hace varios años en la zona, ninguna de las dos están acostumbradas a vivir en esos nuevos espacios donde se desarrollan, y al no ser nativas, generan mayor consumo de agua. A esto se le suma que son capaces de ganarle a las nativas que son de crecimiento más lento».

“A eso se le suma que la acacia negra, es de las pocas que no fijan nitrógeno. Es una propiedad muy importante que tienen las Leguminosas, y que es muy importante para el suelo, para el ciclo del nitrógeno y para la vida, y esta planta justamente no lo hace” comenta Leticia.

Al accionar humano se suma el de los animales. En algunas especies, como la Gleditsia o algarrobo de Miel, la reproducción es mucho más rápida ya que es mayormente consumida por los animales por su dulzor y así se va dispersando por todas las zonas.

Posibles soluciones a la invasión

Restauración del bosque en Mendiolaza

La restauración ecológica es el proceso de asistir a la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido y tiene como finalidad generar las condiciones ambientales para recuperar el sistema natural afectado y que sea autosostenible.

Los mecanismos para tratar estas situaciones no siempre son 100% efectivos pero si sirven para controlar el crecimiento de las mismas. “Tenes un control mecánico que es ir y sacarlas. En 60 hectáreas se puede ir y cortarlas directamente. Se pueden cortar, se pueden descortezar” explica Leticia.

Si se está frente a un caso de mayor dimensión de tierra, se puede acceder a un método químico, como el glifosato, aunque es preferible evitarlo porque “terminan dañando al suelo, el agua, alterando y contaminando plantas y animales que no tienen nada que ver con lo que se quiere controlar”.

Otro de los métodos posibles es el biológico que conlleva un proceso de estudio un poco más profundo y complicado porque no pueden preverse todas las consecuencias. “Vos podes tirar un escarabajo que come la madera, pero después no se sabe si ese escarabajo no termina comiéndose todo el resto del bosque” agrega Leticia.

La extracción es el método utilizado en la eliminación de parches e individuos de árboles exóticos en los proyectos de restauración del bosque nativo en Córdoba. En todos ellos, además, se realizó la plantación de árboles nativos.

En ese sentido se resalta la importancia de hacer reforestación con semillas de los árboles de la zona y hacer plantines con ellos y no poner individuos que, aunque fueran especies nativas, se desconozca el origen de las semillas.. “Siempre hay que conocer el origen de las semillas de los árboles que plantamos. Podemos estar haciendo un daño poniendo un algarrobo cuya semilla fue recogida lejos de acá” agrega Leticia.

Una experiencia de bosque nativo en terrenos privados

Restauración del bosque en Mendiolaza

MonTeS de Córdoba es un proyecto colaborativo que analiza información sobre el estado de los bosques de la provincia. Según informan, «Todos los datos utilizados en este proyecto provienen de fuentes académicas y/o estatales oficiales, para lograr información de rigor científico y así garantizar su confiabilidad».

Entre los proyectos de restauración destacados por MonTeS se encuentra el de urbanización amigable con el bosque serrano realizado en Cuesta Blanca.
«La creciente urbanización y el aumento de la afluencia turística de las últimas décadas causaron preocupación en sus habitantes por los desmontes y la pérdida del paisaje tradicional. A raíz de estas preocupaciones, en el año 2006 el gobierno local convocó a la Bióloga Romina Torres para hacerse cargo del área de ambiente y empezar a trabajar en la problemática ambiental de la localidad. A partir de ese momento se generaron talleres con los vecinos, charlas informativas y reglamentaciones para proteger elementos del bosque nativo en los terrenos privados. La vecina Ana María Cingolani, bióloga y docente de profesión, junto con otros vecinos, propusieron la creación de un área de reserva en las márgenes del río. Esta propuesta fue aceptada por el gobierno local y se creó así la Reserva Ecológica y Recreativa comunal Cuesta Blanca con un área de 10 ha sobre las márgenes públicas del río San Antonio. La reserva se sectorizó, se delimitaron sendas peatonales, lugares de estacionamiento, un único sector habilitado para hacer fuego y se colocó cartelería informativa. El gobierno local incorporó un guardaparque a su personal para controlar el cumplimiento de la normativa ambiental, y cuidar la Reserva, hecho que como política pública ha traído grandes beneficios a la comunidad para la protección ambiental del lugar. En el año 2009 se formó un grupo de vecinos guardambientes voluntarios, que recorren el río, ayudan a mantenerlo limpio, y transmiten a los visitantes de forma oral la necesidad de cuidar el lugar. Asimismo, tanto los vecinos voluntarios como el gobierno local se organizan periódicamente para hacer jornadas de trabajo donde se extraen especies exóticas y se plantan especies nativas en el sector de reserva y en otras áreas públicas. En la extracción de exóticas, se priorizan aquellas que estén ahogando a las especies nativas que se encuentran por debajo. La localidad hoy es conocida por su trabajo en el cuidado del ambiente y el gobierno local organiza todos los años el concurso «Jardín serrano» donde premia, con exención impositiva a los propietarios de los tres jardines ambientalmente más amigables. Muchos vecinos están valorando las especies nativas e incluso eliminando de sus jardines las especies exóticas invasoras más agresivas. En la actualidad el bosque nativo en el áreas de reserva de las márgenes del río está recuperándose, sin embargo, el avance de las especies exóticas es muy rápido. Recientemente se ha detectado que existen por lo menos 16 especies leñosas invadiendo la reserva y que todos los sectores presentan un grado importante de invasión. Se hace necesario entonces continuar con este proyecto e intensificar las medidas control. Los fondos para ejecutar todas las acciones provinieron principalmente del gobierno local que paga el sueldo de un guardaparque, un guardambiente, y personal de apoyo. Además se lograron pequeños fondos de ONG locales e internacionales y de vecinos individuales. Asimismo, en todo momento se contó con el trabajo voluntario de un grupo de entre 10 y 20 vecinos».

 

 

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