Vecinos reclaman medidas concretas a la policía y al municipio
El pasado lunes por la tarde, la Plaza de la Memoria de B°El Talar fue el escenario de la reunión por seguridad en Mendiolaza de la que participaron vecinos, autoridades policiales y funcionarios municipales. La convocatoria surgió a raíz de la creciente ola de robos denunciados en redes sociales y en grupos de WhatsApp barriales, donde se multiplican los testimonios sobre hechos delictivos que, según relataron los vecinos, se repiten con patrones claros de horario, modalidad y ubicación.
Robos reiterados y patrones que preocupan
Fernando Bustamante, integrante de la Comisión Vecinal de El Talar Este, explicó en diálogo con el programa Mañanitas de Mendiolaza por la 102.7 FM Demendiolaza, que la preocupación radica en que “los delitos se concentran en zonas y franjas horarias específicas”. Las áreas comerciales ubicadas en torno a las rotondas y sobre avenida Tissera, en particular en dirección oeste, han sido epicentro de robos a vehículos estacionados. “Muchos vecinos bajan a hacer compras y cuando regresan encuentran los autos con vidrios rotos o directamente sin el vehículo”, relató Bustamante.
Los hechos se repiten sobre todo en horarios pico de consumo, es decir, al caer la tarde, cuando quienes trabajan en Córdoba capital regresan a Mendiolaza. Los robos no se limitan a automóviles: hay también numerosos casos de ingresos a viviendas, tanto cuando las casas están vacías —en horarios laborales o durante fines de semana— como incluso con los propietarios dentro.
Uno de los testimonios más impactantes fue el de un herrero del barrio, quien señaló que no da abasto con los trabajos de reparación de rejas dañadas por delincuentes. Paradójicamente, también fue víctima de un robo en el que le sustrajeron todas sus herramientas de trabajo.
Respuestas de la policía y promesas del municipio

Escasas respuestas en la reunión por seguridad en Mendiolaza
Durante la reunión, la policía reconoció el aumento de hechos delictivos y justificó la limitada respuesta institucional en la falta de denuncias formales. Señalaron que sin un volumen de denuncias registradas, no se les asignan más recursos desde instancias superiores. Sin embargo, tras la convocatoria pública al encuentro, entre el viernes y el domingo previos se notó una mayor presencia de móviles policiales y efectivos en el barrio. “Prometieron que este refuerzo se iba a sostener”, indicó Bustamante.
Entre los pedidos más firmes de los vecinos estuvo el reclamo por una unidad judicial en Mendiolaza, ya que actualmente deben trasladarse a Villa Allende, donde se enfrentan a demoras de hasta cinco horas para realizar una denuncia. Esta solicitud, explicaron, se repite desde hace años sin respuesta concreta.
También hubo reclamos a la gestión municipal. Las cámaras de seguridad prometidas hace más de una década siguen sin instalarse, a pesar de que en varias zonas sólo falta colocar el dispositivo, ya que los brazos metálicos están listos. Las autoridades municipales aseguraron que intentarán gestionar los equipos faltantes tanto con la Provincia como a nivel nacional, aunque sin compromisos firmes.
Sobre el centro de monitoreo, otro proyecto largamente anunciado, se explicó que había sido una prueba piloto con una empresa privada, pero que su alto costo impidió continuar con la iniciativa. En resumen, hoy no hay centro de vigilancia ni sistema operativo de monitoreo activo.
Los vecinos también solicitaron una planificación estratégica del patrullaje, con recorridos sistemáticos y preventivos tanto en calles transversales como Av. Tissera. Además, exigieron que se mantenga la iluminación pública, que se limpien los terrenos baldíos y que se sancione a sus propietarios si no los mantienen.
La organización vecinal como primera línea
Desde la Comisión Vecinal informaron que continuarán con su rol activo a través del grupo de WhatsApp del barrio, donde están implementando un relevamiento para asegurar que los participantes sean efectivamente vecinos. También trabajan en un formulario colaborativo para registrar casos de inseguridad, ante la falta de respuesta institucional.
“El rol del vecino es cuidar su casa y estar alerta, pero los profesionales de la seguridad son ellos”, dijo Bustamante, en referencia a las autoridades. El encuentro cerró con una sensación compartida: que sin decisiones firmes desde el municipio y la policía, la situación no cambiará. Por ahora, las promesas están sobre la mesa. Los vecinos, en alerta.