Riesgos para la Biblioteca Popular de Mendiolaza

La Ley Ómnibus y el derecho de leer

Riegos para la Biblioteca Popular de Mendiolaza

La Biblioteca Popular Sayana en Mendiolaza, la Alfonsina Storni en Villa Allende, la Tere Andruetto en Unquillo, la Sarmiento en Río Ceballos, son algunas de las más de 1800 bibliotecas populares en todo el país que se encuentran en estado de alerta debido a la propuesta de Ley Ómnibus. La modificación de las facilidades operativas, y las condiciones de financiación y presupuesto previsto implican riesgos para la biblioteca popular de Mendiolaza y para todos estos espacios de acceso a la cultura de manera popular, imaginados por Domingo Faustino Sarmiento

Leer es un derecho

Laura Castagno en la Biblioteca Popular Sayana

Riesgos para la Biblioteca Popular de Mendiolaza

Así lo afirma Laura Castagno, vecina de Mendiolaza y miembro de la comisión de la biblioteca de Villa Allende Alfonsina Storni desde el año 2018, aunque es socia desde 2005. También es socia de la biblioteca de Mendiolaza Sayana «donde participo de manera más activa desde el año 2021, aunque ha estado en contacto con sus miembros desde mucho tiempo antes». 

La Ley Ómnibus impulsada por el Ejecutivo Nacional, modifica severamente las condiciones de estos espacios, interviniendo en el funcionamiento de su organismo de referencia, la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares). Ante esta situación, Castagno considera “esto está perfectamente diseñado para cortar todos los lazos que crea una biblioteca popular, y que la cultura deje de ser un derecho… porque en realidad, perdemos de vista que la cultura es un derecho, que leer es un derecho, crear es un derecho, imaginar es un derecho… y con estas leyes, estos derechos se van cercenando todo el tiempo”. 

Los miembros de estas bibliotecas se encuentran dentro del colectivo cultural que reclaman por las modificaciones que el proyecto de ley nacional propone en materia cultural. Castagno reflexiona sobre la posibilidad de que se aprueben estas modificaciones “No imagino que esto se apruebe y que esto se deje pasar… También imagino que para que eso suceda va a ser necesaria mucha lucha de las personas, afuera en la calle, reuniéndonos en asambleas, debatiendo y haciendo oír nuestras voces… No hay otra solución, otra perspectiva… No me imagino otra cosa que no sea un horizonte de lucha y una lucha muy importante, dura… y no va a ser sencillo porque los organismos internacionales tienen la mira puesta en Argentina, para llevarse todo lo que puedan… entonces la lucha que se nos viene va a ser muy importante. es muy desigual pero bueno, nosotros tenemos fortalezas, siempre la hemos tenido y desde las bibliotecas siempre convidamos además de la fortaleza, al encuentro, a la imaginación, a la creación… con creatividad se puede hacer frente a muchas cosas. Inclusive  a estos robos que hacen a nuestros países latinoamericanos están tan colonizados aún…» 

 

Colectivo cultural y ¿Marcha atrás?

Dos lectoras en la Biblioteca Popular Sayana

Riesgos para la Biblioteca Popular de Mendiolaza

La ley Ómnibus en su primera versión eliminaba el Fondo Especial a través del cual la CONABIP aporta a las bibliotecas populares. Este fondo especial está compuesto por el 5% del impuesto que se cobra sobre los premios efectivamente otorgados en los juegos de azar.  Así mismo, representa el 50% del presupuesto total con el que cuenta la CONABIP para sustentar las 1800 bibliotecas populares que hay a nivel país.

Por otra parte también se proponía la eliminación de otros beneficios que hacen posible la existencia y mantenimiento de estos espacios culturales, fundamentales para la comunidad. Entre estos, la compra accesible con reducción del 50% en la feria del libro de Bs.as. Este beneficio representa un punto fundamental para las bibliotecas, ya que les garantiza poder renovar de manera regular la oferta literaria de cada espacio. 

Además, eliminaba las tarifas reducidas a los servicios públicos para las Bibliotecas Populares así como los beneficios de gravamen fiscal. Entre otros se anulaban para ellas la franquicia postal; la liberación de todo gravamen establecido en la ley de impuesto de sellos y la“subvención para el mantenimiento de las instalaciones, aumento del caudal bibliográfico, remuneración y perfeccionamiento del personal bibliotecario —profesional, auxiliar y de maestranza—, modernización del equipamiento y actualización del procesamiento técnico de materiales”.

Debido al fuerte repudio que han generado todas modificaciones propuestas en el arco cultural, el ejecutivo presentó un proyecto modificado donde se dan de baja algunos de los artículos propuestos inicialmente. En este sentido, con relación a CONABIP hay una modificación para que los gastos del organismo, no superen el 20% de sus ingresos, sin precisiones sobre cómo se estimaría ese porcentaje. Tampoco nada se dice sobre la industria editorial, dado que seguiría vigente la derogación de la Ley N° 25.542, que actualmente garantiza un precio único en la venta de libros. Otro punto que aún inquieta al sector, es la cláusula que establece los superpoderes al Ejecutivo por un año. Esto le permitirá la facultad para derogar, cambiar, ajustar las asignaciones específicas, que son la base de financiamiento de toda la cultura.

Ante esta situación, el día miércoles 30 de enero se pronunciaron en un comunicado oficial desde ADPRA (Asociación de Defensorías de la República Argentina) en defensa de las bibliotecas populares, entendiendo que “»Son pilares fundamentales en nuestras comunidades, desempeñando un papel esencial en la promoción del acceso a la información, la cultura y la educación». 

 

Ley Ómnibus y CONABIP

Antigua foto propiedad de CONABIP donde se ve a hmbres leyendo

Riegos para la Biblioteca Popular de Mendiolaza

La CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) fue fundada en 1870 por Domingo Faustino Sarmiento. Se trata de un organismo que fomenta el fortalecimiento de las Bibliotecas Populares como organizaciones de la sociedad civil e impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía. Tiene como funciones orientar y ejecutar la política gubernamental, a través de un modelo de gestión asociado, que favorece la consolidación del carácter autónomo de este movimiento social único.

Se considera único, ya que Argentina es el único país del mundo donde además de las bibliotecas públicas, existen las bibliotecas populares. Actualmente nuclea a más de 1800 bibliotecas en todo el país, de las cuales 130 se encuentran en nuestra provincia. Castagno remarca “es importante decir que también hay muchísimas bibliotecas populares comunitarias, que no están registradas en la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, por lo que se les va a hacer aún mucho más dificultoso, su sostenimiento” remarca Castagno. En este punto haciendo referencia al caso particular de Sayana, mientras la biblioteca Alfonsina Storni sí se encuentra enmarcada en este organismo.

Son tiempos de incertidumbre en el sector cultural, y en este caso para estos espacios que se sostienen con los aportes y la voluntad de sus socios, con aportes de la comunidad en general, pero fundamentalmente con esta estructura creada en 1870 por Sarmiento que representa la piedra fundacional de este fenómeno social único y relevante para la  accesibilidad a la cultura  literaria a lo largo y ancho del país.

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