“La ciencia es muy social”
Una científica reconocida de Mendiolaza.
Así lo expresó Natalia Wilke, vecina de El Talar quien ganó el premio Houssay, una distinción del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina que busca homenajear a científicos e investigadores en sus trayectorias. En esta ocasión, Wilke ganó el Houssay 2021 en la categoría Ciencias Biológicas y Bioquímica. “Uno está día a día haciendo experimentos, haciendo un nuevo aporte de a poquito y de repente surge este premio y te dice: el camino este que estas siguiendo esta bien y seguilo nomas”, expresó la investigadora y también docente.
Un tema de investigación
Wilke es investigadora del Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC), del CONICET, y además es docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC. Aunque se licencio en Ciencias Químicas, ella comentó que se viene formando desde el área de la física y su investigación está centrada en las membranas que recubren y dividen en compartimientos a las células. “Están muy interesantes porque tienen un comportamiento bastante poco predecible y muy regulable: Por ahí cambias la temperatura, cambias la solución acuosa, la acidez y cambian las propiedades de forma no tan fácil de predecir- explicó Wilke-Eso las hace un desafío”.
En un principio comenzó con sistemas sencillos y controlados, como los lípidos que investigó para sus tesis de posgrado. En la actualidad trabaja con sistemas más complejos como organismos.
Wilke detalló que en este momento se está centrando en unas moléculas que se llaman péptidos antimicrobianos, y que se proponen como alternativa a los antibióticos tradicionales. “La idea es tratar de comprender como estas moléculas, que se llaman antimicrobianos, de alguna forma matan a la bacteria, como lo hacen y como son capaces de distinguir a la membrana bacteriana de la membrana del mamífero”, explicó.
Algunos de los puntos que busca investigar es que ocurre cuando se agrega el péptido antimicrobiano en una membrana bacteriana: ¿Qué se le modifica? ¿Por qué la bacteria muere? ¿Puede la bacteria adaptarse para que eso no ocurra? ¿Qué pasa cuando se agrega ese péptido a la membrana de un mamífero? ¿La mata? Esas son algunas de las preguntas que busca responder Wilke en su investigación.
Aunque ella aclaró que la investigación se encuentra en una etapa muy básica, son cosas que son necesarias investigar, si es que algún día se pueden utilizar en una industria farmacéutica.
Ser científica en Argentina
Una científica reconocida de Mendiolaza.
“No hay un día igual al otro, no hay mucha rutina, eso es algo que me gusta”, expresó Wilke. Dirigir el grupo de investigación, ver los resultados que obtuvieron, leer trabajos de investigación para estar al día, son algunas de las actividades que ocupan su tiempo como investigadora. Además como docente debe armar clases y tomar exámenes. A la vez, ella explicó que siempre está ocupando algún lugar de gestión: comisión evaluadora, directora de departamento o en alguna comisión.
Respecto a investigar en Argentina, Wilke comentó que tiene sus dificultades y también ventajas. “Hay una dificultad clara que es la económica, pero es una dificultad que uno conoce y asume cuando decide hacer carrera académica acá-comentó Wilke- Pero después hay otros problemas más relacionados con la burocracia”. Por ejemplo, la compra de un insumo o equipo puede tardar hasta 6 meses debido a la cantidad de trámites que requiere su compra, y a veces ese elemento es necesario para terminar un trabajo o investigación.
Otra dificultad es la posición geográfica. Al estar lejos de los centros líderes en investigación, es complicado asistir a congresos internacionales por la distancia y el costo elevado de viajar. Respecto a los puntos positivos, Wilke resaltó la universidad de buena calidad y gratuita, y el sistema de becas y carreras del Conicet que otros países de la región no tienen.
Wilke ha investigado y estudiado en otros países como Estados Unidos y Alemania, y ella destacó de estas experiencias la oportunidad que brindan de crecer: ver cómo trabajan otros investigadores, las colaboraciones que se realizan y los contactos. “La ciencia es muy social, es muy importante trabajar con otras personas que te dan otra forma de mirar el problema”, expresó.
A diferencia del estereotipo del científico solo en su laboratorio y aislado, Wilke explicó que el investigador se enriquece en colaboración con otras personas. “Si no, te quedas trabajando en tu tema en el que sabes y no creces- comentó- Yo en todos los temas que voy avanzando es en colaboración con gente que sabe de otro tema”.
Trayectoria
“Siempre quería ir para donde estoy yendo ahora-manifestó Wilke- Tratando de comprender a un nivel lo más profundo posible como es el comportamiento de un sistema vivo”. Natalia siempre se interesó por el medio ambiente, su cuidado y la ecología en general, además de tener mucho contacto con la naturaleza. Cuando termino el secundario comenzó Biología y Química en paralelo, hasta decidirse finalmente por Química. “Aunque estudie química, ahora trabajo en el área de la biofísica”, destacó.
Además de ser licenciada en Química, también es doctora en Ciencias Químicas de la Facultad de Ciencias Químicas. Su tesis doctoral fue “Estudio electroquímico de películas de lípidos tipo Langmuir-Blodgett”; mientras que su tesis de posdoctorado fue “Influencia de campos eléctricos externos sobre monocapas de lípidos”. Sus pasantías en el exterior fueron realizadas en Alemania, Estados Unidos y Brasil.
Respecto a haber ganado el premio, Wilke expresó su alegría, la de su grupo de trabajo y de la gente con la que colabora. “Porque es un mensaje de que vas por buen camino”.
El premio Houssay es para investigadores menores de 45 años e investigadoras que no hayan cumplido los 48 y que hayan desarrollado su actividad científica en el país. Los ganadores se dieron a conocer en diciembre, y recién el 14 de enero se entregaron las medallas y diplomas en la Casa Rosada, con presencia del presidente Alberto Fernández.
