Un emprendimiento que vende lamparas tejidas y te enseña cómo hacerlas
Una comunidad de artesanos en Mendiolaza.
La Afortunada empezó en el 2014 orientándose a la decoración. Aunque es un emprendimiento familiar, Sole Rodriguez se encarga de las redes sociales de este proyecto, mientras que sus hermanos y cuñada se encargan de las tareas manuales. El taller donde realizan lámparas tejidas, espejos y cestos se encuentra en El Manzano, pero recientemente han comenzado a dar sus talleres regulares en Mendiolaza. “Enseñamos técnicas ancestrales y de manualidades que se habían dejado de usar”, expresó Sole.
De que se trata La Afortunada
La particularidad de este emprendimiento es que casi todo lo que vende, las personas también pueden aprender a hacerlo. “La gente nos pregunta muchas cosas: cómo se hace, cuál es la técnica, qué materiales usamos- contó Sole- De ahí nace dar cursos, porque la gente realmente quiere saber”. Ella especificó que por lo general las personas que hacen sus cursos tienen emprendimientos, quieren hacer cosas para sus hogares o se compraron un armazón de lámpara y no saben cómo armarlo.
“Hay personas que no hacen cosas con sus manos y son nuestros clientes y hay personas que les gustan hacer cosas con sus manos y son nuestros alumnos”, describió Rodriguez. Ella contó que en los cursos se forma una comunidad y los alumnos se sienten como en su casa, se desconectan y al final se llevan un producto que no pensaban poder realizar. “Nosotros garantizamos que te lo llevas igual que en la foto”, explicó Sole. Entonces, esa sensación de que les salió igual que en la foto es tan linda que hace que la gente quiera volver por más, agregó ella.
Respecto a las técnicas que enseñan desde La Afortunada, Sole explicó que son las de Encordado y Cestería. “Enseñamos técnicas ancestrales y de manualidades que se habían dejado de usar y ahora la moda misma las pone en alta”, explicó Rodriguez. Los materiales que utilizan son yute e hilo kraft: “Tratamos de usar las fibras que la gente pueda comprar y que sea viable seguir haciéndolo”.
Una comunidad de emprendedores
“Hay un ida y vuelta re lindo entre nosotros y los alumnos, por eso hacemos los cursos regularmente”- dijo Sole- “En nuestros cursos la gente siente que pertenece a algo, no es que haces el curso y te vas”. Rodriguez afirmó: “Artísticamente hablando empoderamos a la gente. Hay gente que se enamora de su producto”.
Este proyecto busca generar un impacto social, económico y ambiental. “Nosotros enseñamos a reciclar”, explicó Sole. “Si encontrás una silla tirada en la esquina la cargas en el auto y la reciclas en tu casa”, donde podes encordarla con hilo kraft o yute. Respecto al impacto económico, Rodriguez explicó que desde La Afortunada enseñan un oficio que puede funcionar como una salida laboral, y las personas luego pueden poner a la venta sus productos. Además, Sole agregó que también se genera más trabajo con el emprendimiento ya que ellos trabajan con herreros y proveedores.
Respecto al futuro, Sole sueña con una comunidad de emprendedores artesanos y artistas, que se apoyen mutuamente para poder vivir de eso. “La idea nuestra es revalorizar el trabajo artesanal, que yo creo que desde la pandemia se ha revalorizado y nosotros colaboramos para eso”, expresó ella.
Por último manifestó: “Lo que uno le da al otro se lo da a sí mismo”. “Nosotros personalizamos todo, cada gente teje diferente, cada uno lo hace diferente pero siempre apuntando que sea una comunidad generosa donde ganamos todos. Eso es lo que a mi me gusta y lo que yo quiero”, expresó Sole Rodriguez.