Encontrar inspiración en la incertidumbre
Entrevista a Paz González Torres
Paz González Torres es una cantautora que cada vez está teniendo más presencia en los escenarios de Córdoba y Buenos Aires. Comenzó su camino musical a los nueve años en la Escuela Nuevo Sol de B° El Talar y ahora, con 23 años, es una artista establecida. Recorrido, inspiraciones, logros, planes, y la importancia de esta tierra en sus creaciones, de una voz de Mendiolaza con proyección nacional
¿Cuándo te diste cuenta de que la música era tu pasión?
Desde que era muy chica. Mis papás decidieron mandarme a clase de canto en el 2009 porque no paraba de cantar. Viviendo acá en El Talar tengo muy cerca la escuela Nuevo Sol y fue ahí donde me inicie con el canto. Después a los 11 me regalaron mi primera guitarra y arranqué guitarra en la misma escuela de música así que bueno, gracias a Nuevo Sol yo pude explorar la música desde un lugar súper comunitario y súper acompañada de la escuela de música que es hermosa. Ahí fueron mis comienzos hasta mi adolescencia, mis 16 años. Fue uno de mis hogares durante esos años porque era ir todo el tiempo a canto, guitarra, ensambles. Así que muy agradecida con la escuela y con Joaquín y Gabi que fue mi profe de guitarra
¿Qué significa Mendiolaza en tu carrera, en tu formación y en tus obras?
Mendiolaza para mi significó el lugar donde pude explorar la música de una forma segura y hasta empezar a exponerme musicalmente muy acompañada. No sólo por la escuela Nueva Sol que tenía eventos o cantadas en vivo, y podía sacar ahí todas las vergüenzas, sino porque también me empezaron a llamar a festivales que se daban en distintos lugares de Mendiolaza y ahí iba yo con la guitarrita, cantando con todos los errores y aciertos posibles. Siempre hubo un público re compañero en ese sentido porque era tocar y ver a vecinos, vecinas y conocides. Era como ir a bancar a una vecina más tocar música, y Mendiolaza siempre significo esa compañía. Vivo en Mendiolaza desde que tengo seis meses y el espacio físico y de la naturaleza, como el patio de mi casa, también es sentir esa compañía. La calle, mis amigos del barrio, el bosque, El Talar, son lugares a los que uno siempre acude para la inspiración. En contraste con la ciudad, creo que cambia bastante la forma de componer que no está mal. Ahora viviendo en la ciudad tengo otras herramientas, pero bueno Mendiolaza tiene esas cosas de la tranquilidad y del verde que también me ayudaron mucho en su momento.
Una voz de Mendiolaza con proyección nacional
¿Cuál fue tu primer evento en donde mostraste tu música?
Mi primer evento fue a los nueve años en una audición de canto donde elegí tocar “Pide un deseo” de la Sole Pastorutti. Un tema que había visto en la película de Paturuzito que me encantaba y decidí cantarla. Me acuerdo que me había tentado en el medio de la canción y yo la estaba pasando bomba igual. Y primer evento, que quizás lo sentía más armado por mí, fue cuando en el 2018 yo tocaba con dos amigos de Mendiolaza que habíamos hecho como una bandita que tocaba covers y tocamos en el salón Cacho Segui, y me acuerdo que ya veníamos tocando hace bastante tiempo en barcitos por Sierras Chicas y cuando tocamos ahí a fin de año ya había un público como medio groupie que nos seguía y estuvo re divertido y la gente se re copó. Fue la primera vez que dijimos: bueno hay gente que nos escucha y nos sigue. Eso también tuvo lo suyo para que hoy esté donde estoy.
¿Qué estilos musicales fueron los que te marcaron desde el comienzo hasta ahora? ¿Cuáles te atraparon y te hicieron sentir cómoda?
Yo de chica iba a guitarra queriendo aprender temas de Los Piojos, era otra cosa totalmente diferente. También en mi familia exploré mucha música de otros estilos. Entonces creo que era una mezcla de cosas, que escuchaba un tema y lo llevaba a la escuela para aprenderlo. Ya de grande direccioné a otros géneros. En el 2018 arranqué con una independencia musical, de moverse, ir a lugares y a shows. Empecé a conocer otros músicos más locales que me gustan mucho. Fue la época del boom de Marilina Bertoldi, de Naty Peluso, de Feli Colina, ahí conocí músicas que hacían lo suyo en Argentina. En este momento digo que le debo mucho a esas músicas, que no sé si hay un género específico sino una mezcla de otras cosas mucho más alternativas, creo que indago en esa parte. Cuando me preguntan qué genero toco actualmente no sé cómo explicarlo porque no sé si lo que buscamos sobre todo con Nacho Haymal, que es mi productor de música y director de la banda, no es un género especifico sino que vemos las ganas que tenemos en el momento, qué queremos transmitir a la gente.
Siempre tengo ahí mis músicas. A nivel internacional, quien conocí hace no tanto y actualmente viene siendo mi catarsis, Fiona Apple. Es una cantante neoyorkina que es una cosa increíble lo que hace, me volví muy groupie de ella. Estoy muy triste porque creo que nunca va a venir a Argentina, nunca va a volver a tocar directamente, pero bueno yo la amo igual. Y bueno, Marilina Bertoldi me encanta y también ama a Fiona y hay como una conexión musical ahí. Feli Corina, su primer álbum me generó muchas cosas, una apertura que hasta el día de hoy sigo sin poder explicarlo bien. La furia con la que escribe e interpreta, que también creo que lo tiene Fiona, es lo que más me gusta, por eso gran referenta. Después también una música que me acompañó mucho en la pandemia, fue la de Lola Membrillo, Dolores Aguirre. Ella también fue como un descubrimiento con la música que hasta el día de hoy sigo abrazando porque cada tanto vuelvo hacía ciertos temas y digo “claro, acá nació mucha inspiración”.
Una voz de Mendiolaza con proyección nacional
Sobre tu primer sencillo ¿qué fue lo que te inspiro a componerlo, cómo la producción y la decisión de lanzarlo para todo el público?
“Bruma” fue el primer tema. Fue toda una decisión de “sí, bueno lo saco” porque también sacar un tema significó sacarlo y arrancar un poco más formalmente la carrera musical, que no sea solo sacarlo y listo. “Bruma” fue un tema que no me costó en cuanto a la composición, fue de los temas que compuse más rápido. Justo había hecho un taller de escritura y como que venía embalada, cosa que no sucede todo el tiempo porque no siempre estoy con toda la creatividad para componer. Me acuerdo que fue como escribir y a la semana sacarlo. Hay otros temas que me costaron un año, por ejemplo, como que no hay un punto medio. Yo tengo a mi vecino Felipe Gimenez, que también es un productor y músico increíble de Mendiolaza, y fue un día decirle “che puedo ir a tu casa a grabar el tema” y él me dijo “si venite” y bueno lo producimos una tarde y salió así bien casero como es “Bruma”, voz y guitarra. No me costó tomar la decisión porque tenía ganas de sacarlo.
¿Cuál es tu principal inspiración para los temas? ¿Los temas son basados en experiencias propias?
La gente se ríe porque dicen que es “el amor”, como temas románticos o corazones rotos, y sí muchos temas pasan por ahí y también por la vida misma tener 23 años y ver qué se hace con la vida. Creo que esas son las dos fuentes de inspiración, un poco el amor y un poco el día a día, la incertidumbre.
Sí, la mayoría son temas propios, si me gusta jugar con lo ambiguo. Me gusta leer mucho. Trabajo en una librería entonces es como que también la literatura me permite entrar en ciertos mundos o ciertas formas de escribir que no sean tan personales y creo que en “Casi Sagrado”, que es mi primer EP, logre ese cometido conmigo misma. En las letras de “Casi Sagrado” yo quería escribir como un poco ficticiamente algunas cosas y me salieron. Pienso en «Tu Dios”, que fue el primer sencillo que sacamos, que tiene mucho de eso. Armar una historia, que tiene mucho de lo personal también, mucho enojo, pero con un trasfondo medio místico inventado. En eso creo que la literatura y la poesía me dieron muchas herramientas para escribir.
Una voz de Mendiolaza con proyección nacional
¿Cuál fue tu primer álbum? ¿Cómo fue la construcción?
Casi Sagrado fue mi primer y único EP por ahora, tiene cinco temas y una introducción. Un poco arrancó también porque venía un poco embalada con la composición entre el 2020 y el 2021. Como ya habíamos pegado onda con Nacho le dije “yo quiero hacer este tema, le mandemos”. Así que fue todo un año de juntarnos muy seguido a ver temas, a componer, hacer maquetas, bocetos, y terminó siendo algo muy conceptual sin querer. Era un poco “yo quiero sacar estos temas, y los quiero sacar juntos”, y después me fui dando cuenta que tenían como una línea y termino siendo como una obrita artística que terminó teniendo mucho significado. Al final fue muy placentero darme cuenta de eso. Arranque escribiendo los temas, produciendo con Nacho y hubo un tema que fue “Arde”, el último que grabamos, que fue volver un poco a mis inicios y hacerlo más acústico también para cerrar esa etapa. Fue un año de trabajarlo, sacarlo y presentarlo en Diciembre en Pez Volcán. Siempre tuvieron ahí muy buena onda para abrirle las puertas a la escena musical local. Lo presentamos y fue uno de los mejores shows que tuve, fue todo armado a pulmón por músicos independientes que no ganan mucho en esos eventos y terminamos casi haciendo un sold out de las entradas que no es tan fácil de lograr.
¿Quiénes te acompañan hoy en tu carrera?
Arranqué el año pasado sola y después se formó la banda junto a Ignacio Haymal quien me acompaña desde un principio como guitarrista, productor y director de banda. Nacho es como mi mano derecha en todo esto y con quien puedo todo el tiempo compartir y crear, así que con él arrancó todo. Milagros Beltrán quien es una música increíble y también corista que estaba por sacar su música, así que ella hace los coros desde un principio. Después fuimos sumando a Micaela Cosiansi una de las mejores tecladistas de Córdoba, Alejo Villaroel en el bajo y quien actualmente se mudó a Estados Unidos por una beca, ese nivel de músicos tenemos, Lucia Libiaotti en la batería y Matías Ferreira. Este año tuvimos uno o dos eventos donde tocamos todos. Generalmente tocamos en formato reducido por una cuestión de tiempos entre la facultad, trabajo y etc. siempre va mutando el formato y me encanta tocar en banda como también me gusta tocar con dos o tres músicos en el escenario y hacer algo más íntimo.
Una voz de Mendiolaza con proyección nacional
¿Sacaste temas en lo que va del año?
Todavía no sacamos nada. Me dediqué un poco más a la tesis que estoy haciendo de la Facultad, y también a los toques más pequeños. Fuimos a Buenos Aires con Nacho y fue mover muchas energías y cosas para poder ir hasta allá a tocar. Hicimos un par de sesiones en vivo junto a Radar, que es una diseñadora de Córdoba. Pero mientras tanto estuvimos produciendo un tema que va a salir ahora en poco tiempo que se llama “En la ciudad” junto a un videoclip. Fue un poco hacer la obra del año y que salga bien, por eso demoramos un poco en toda la producción, pero tengo muchas ganas de que salga porque aparte es diferente a lo que fue Casi Sagrado y creo que lo logramos.
¿Cómo fue tocar en Buenos Aires?
Tocamos en dos shows que estuvieron buenísimos. La verdad que fue muy difícil encontrar lugares, uno cree que al ser Bs.As la gran ciudad es más fácil y no es así. La oferta es otra y las condiciones para tocar también, pero por suerte conseguimos tocar el bar de Niceto, que no fue cosa menor. Fue re lindo y había mucha gente, eso fue muy loco fue como “ah estamos tocando en Bs.As y hay gente escuchándonos” y eso fue una locura. Y después tocamos en un centro cultura en Palermo que estuvo muy lindo así que fue todo un desafío, sobre todo de sacarnos las ganas tocar en otros lugares y creo que eso lo cumplimos así que fue una experiencia hermosa.
¿Cuáles son tus planes a futuro? ¿Dónde te imaginas llegando?
Por ahora lo que quiero es poder llevar la música a donde es bien recibida. Paralelamente a terminar la Facultad, me gustaría poder tocar más en Córdoba, poder producir, incursionar en el tema de los boleros y esa rama de la música que me gusta mucho y creo que se puede hacer algo lindo ahí. Y el año que viene, Buenos Aires siempre es llamativo que me gustaría inspeccionar un poco más. Quizás estaría buenísimo volver allá o quedarme allá.