La convivencia con la fauna silvestre
«No me deje el diario en el piso porque me lo comen», pide un vecino de Q2. «Yo les daba de comer pero se pelean con el gato», comenta otro de La Serena. Mientras la fauna silvestre casi ha desaparecido de nuestra ciudad, la presencia de zorros en barrios cerrados de Mendiolaza es cotidiana . La disponibilidad de alimento y la falta de predadores, en particular de perros sueltos, facilitan que se instalen y se reproduzcan. Desde Policía Ambiental se han implementado un conjunto de recomendaciones para evitar que estos animales se instalen de forma permanente en los barrios, respetando su bienestar y promoviendo un equilibrio con el ecosistema.
Del monte al barrio cerrado
El avance de la urbanización sobre el hábitat natural de los zorros los obliga a buscar nichos de supervivencia. En los barrios cerrados encuentran abundancia de alimento fácil y la falta de predadores, encuentran un espacio para sobrevivir y reproducirse con mayor facilidad. Este aumento de población a veces genera situaciones simpáticas, pero otras veces fomenta problemas como la competencia entre los zorros y las mascotas de los residentes, ya que ambos pueden pelear por la comida disponible en exteriores.
Sobre esto un vecino de Q2 comenta cómo se da esta convivencia “hay varios en muy buen estado, incluso algunos han tenido cría. Se instalan en general en algún lote que todavía no esté construido. El mayor peligro se da cuando ingresan perros callejeros. Los perros internos por lo general o en su gran mayoría están encerrados en los lotes, y al no tener casi encuentro con los zorros, usualmente le tienen miedo. En cambio con los perros callejeros tiene una relación mutua más agresiva”. A su vez, remarca que el comportamiento del animal suele pasar desapercibido, “Son sigilosos, y en general andan lejos de las personas”.
Por su parte, en el barrio cerrado 4 Hojas, también es común notar la presencia de fauna silvestre. El barrio cuenta con un espacio llamado Barrio Sustentable desde donde abordan estas cuestiones, como otras relacionadas al barrio en el medio ambiente.
Respecto a la fauna comentan “Hoy se ven menos liebres, precisamente porque hay sobrepoblación de zorros. Se pide siempre a los vecinos que no se alimente a los zorros por una cuestión de cuidado también del animal. Se los respeta mucho. Si vos ingresas al barrio vas a ver carteles donde se pide circular con precaución porque hay animales silvestres dando vueltas, zorros, liebres, teros. Cada vez que tenemos nacimientos de teros, nos informamos entre los grupos de vecinos para que estemos con cuidado. Sobre todo con las mascotas, para tratar de resguardarlos. Tenemos más bien un protocolo de cuidado, con todo lo que es la flora y la fauna del barrio”. En cuanto a la posibilidad de generar espacios o puertas unidireccionales para que los animales puedan salir, y no reingresar, comentan que esto se ha debatido pero aún no se llega a una decisión, debido que se deben analizar las posibles consecuencias. “No solo se analiza una cuestión de seguridad del barrio, sino también de los animales. Si una hembra tiene sus crías adentro y sale afuera del barrio a buscar alimento, y no logra reingresar, esas crías quedan a la deriva. Es una decisión que hay que tomar con mucha cautela y sensatez” señalan.
Adrian Rinaudo, director de Policía Ambiental de la provincia de Córdoba menciona en este sentido “lo primero que tenemos que entender es que somos nosotros quienes invadimos su territorio, su hábitat” y agrega “lo que se trata de hacer es que solo se vaya alejando hacia otros lugares. En estos barrios, existen dos grupos de personas. Por un lado, están quienes no quieren al zorro porque les genera problemas: puede pelear con sus mascotas, ensuciar, o simplemente les da miedo que ataque, especialmente si creen que podría enfrentarse a un perro pequeño por la comida. Por otro lado, están quienes sí aprecian su presencia, lo ven como un animal cariñoso y le ofrecen comida y agua. El zorro no se irá mientras tenga acceso fácil a alimento y refugio en el lugar.”
Estrategias para una relación armónica
En la ciudad de Mendiolaza y otras localidades, donde la expansión urbana y los barrios cerrados conviven con entornos naturales, la presencia de fauna silvestre, como el zorro gris, ha generado una serie de desafíos. Esta situación ha impulsado la creación por parte de la policía ambiental, de una serie de protocolos y recomendaciones orientados a facilitar una convivencia respetuosa y armoniosa entre los residentes y los animales silvestres.
Rinaudo señala la dinámica de convivencia entre la fauna silvestre y el ser humano, y remarca: “Las faunas silvestres no necesitan que el humano les dé agua y comida sino que, solos, tienen que procurarse su agua y su comida para sobrevivir. Lo que pasa en estos casos es que el zorro generalmente empieza a perder un poco su hábito, porque tiene comida tan fácil y tan rápida que ya no necesitan cazar. Por ejemplo en los barrios cerrados pasa que le dan de comer a las mascotas y dejan comida en el piso, o en el hall de la casa y el zorro encuentra comida fácil. Otro tema que también es importante para el consorcio o la intendencia del country, es el destino de los residuos sólidos urbanos. Si tienen lugares en donde poner los residuos sólidos urbanos que no tenga acceso el zorro, el animal no va a encontrar comida y se va a ir a otros lugares”.
Contrario a lo que podría pensarse, estas recomendaciones no representan una amenaza para la población de zorros en la región. Al contrario, el fácil acceso a alimentos en estos barrios propicia que los zorros aumenten su reproducción, incrementando así su presencia e incluso enfermedades entre los animales, como medio natural de autorregulación de la sobrepoblación. La estrategia, por tanto, busca que los animales gradualmente se alejen hacia áreas menos urbanizadas al no encontrar fuentes de alimento accesibles, volviendo a adoptar conductas silvestres.
Recomendaciones de Policía Ambiental
La Policía Ambiental ha establecido un sistema de protocolos y recomendaciones que los residentes pueden consultar para mejorar la convivencia con la fauna local. Estos documentos detallan cómo manejar la interacción con diversas especies y promueven prácticas que aseguren una relación armoniosa entre humanos y animales silvestres. Los vecinos interesados pueden obtener estas recomendaciones a través de representantes de la Policía Ambiental o solicitarlas directamente a los responsables de cada zona.
La coexistencia respetuosa entre humanos y fauna silvestre es posible siempre que se mantengan hábitos de precaución y respeto. Con el apoyo de las autoridades y la cooperación de los residentes, es posible crear un entorno en el que tanto la comunidad como la fauna local puedan coexistir en equilibrio.
Uno de los primeros puntos destacados en los protocolos de convivencia es la comprensión de que los humanos han invadido el territorio de los animales, y no al contrario. Este entendimiento es fundamental para enfocar el respeto y la prevención de incidentes.
1 – Evitar Capturar o Acosar a los Zorros: Capturar o acorralar a un zorro es altamente estresante para el animal y puede ser peligroso tanto para el zorro como para los humanos. Se recomienda no intentar manipular o trasladar a estos animales sin los equipos y la capacitación adecuados, para evitar situaciones que pongan en riesgo la bioseguridad humana. Tampoco lastimarlos. No hay necesidad de atacarlos ya que los zorros son animales inofensivos y generalmente muy miedosos y tímidos. Ante el encuentro con las personas normalmente huye para ponerse a resguardo, pero si se siente amenazado y acorralado podría intentar defenderse. Recomiendan dejar que sigan su curso.
2 – Está prohibido trasladarlos. La tenencia o el traslado de fauna silvestre es una infracción a las leyes 22.421, 7.343 y decreto 1751/11.
3 – No Alimentar a la Fauna Silvestre: Una de las prácticas que se debe evitar es dejar comida en espacios exteriores, ya que esto atrae a los zorros, quienes se acostumbran a encontrar alimentos con facilidad y pierden el hábito de cazar. Además, es esencial asegurar los residuos sólidos en contenedores a prueba de animales para evitar que los zorros dependan de ellos como fuente de alimento.
4 – Instalación de Estructuras para el Control de Acceso: Los barrios cerrados suelen contar con cercos perimetrales y drenajes que, en muchos casos, permiten la entrada de los zorros. La instalación de puertas unidireccionales permite que los animales salgan, pero les impide reingresar, lo cual ayuda a reducir su presencia en las áreas residenciales sin provocar un impacto negativo en su bienestar.En caso de encuentro con ejemplares de zorro gris se recomienda:
A los fines de evitar que los ejemplares se acerquen a las viviendas se recomienda:
- Realizar una buena gestión de los residuos domiciliarios disponiendo los mismos en canastos altos que impida que los zorros los alcancen, respetar los horarios de para sacar la basura minimizando el tiempo de permanencia de los residuos en la vía pública.
- Mantener los espacios peri domiciliarios desmalezados y con iluminación nocturna.
- Mantener en buenas condiciones los cerramientos perimetrales de los predios impidiendo el libre tránsito de los ejemplares de fauna.
Protocolo para zorros enfermos
Hace un par de semanas se viralizó de la foto de un animal que por su condición física, y a efecto de la luz, parecía un canguro. Si bien esta imagen causó revuelo y curiosidad, fue rápidamente aclarado que se trataba en realidad de un zorro enfermo con sarna
El zorro gris suele ser susceptible a enfermedades como la sarna, un padecimiento que regula naturalmente la población en hábitats donde los zorros son abundantes.
En casos de individuos enfermos, la Policía Ambiental de Córdoba realiza rescates y rehabilitaciones de estos animales, llevándolos a centros especializados donde reciben tratamiento y son entrenados nuevamente para su reintegración en zonas naturales adecuadas.
Rinaudo señala como se trabajan estos casos desde la policía ambiental, “Tenemos muchísimos llamados para decir ‘hay un zorro cerca de mi casa y está enfermo, tiene sarna’. Nosotros no vamos a agarrar un zorro que esté libre. Si por ejemplo el zorro entró en un lavadero, en un quincho, está enfermo y está ahí acorralado, atrapado ahí si vamos y lo rescatamos. Lo llevamos a un centro de rescate y rehabilitación, en donde se le hace todo el tratamiento y se lo reinserta en el hábitat. No dentro del country, sino en un lugar más o menos cercano, pero que esté fuera del country. Para que no vuelva a tener la misma situación nuevamente. En ese trabajo que se hace se lo rehabilita también en su conducta. Se busca que aprenda nuevamente a cazar, que aprenda nuevamente a procurarse su comida”.
Sino quieren que ataquen a los animales domésticos , hay que darles de comer o sacarlos fuera del barrio alambrado. Los zorros aún no usan garrocha !!! , por lo que resulta evidente que no pueden salir. En cuatro hojas quedan menos de 10 liebres ( antes había centenas ) porque los zorros se comen las crías. Luego comerán los gatos y si siguen sin darle de comer algun día comerán a humanos de 100 kilos de músculo. Los ambientalistas modernos ignoran lo evidente. Cuánto tiempo van a tardar en darse cuenta que sino les dan de comer, su opción es morir de hambre o comer especies que antes no atacaban ???